Le Normand, el «padre» de la defensa de España

Robin Le Normand no llega aún a los 20 partidos con la selección. Nacido en Pabu, en la región francesa de Bretaña, no pudo jugar con España hasta hace algo menos de dos años. Su primer partido como internacional fue la semifinal de la Liga de Naciones de 2023 contra Italia. Ese fue el primer torneo que ganó con la Roja; el segundo, la Eurocopa el verano pasado. Los dos que ha jugado con España.

Esa experiencia y los 28 años cumplidos en noviembre le convierten en el más veterano de los centrales convocados por Luis de la Fuente. El jugador del Atlético de Madrid es el único de los centrales que jugaron la Eurocopa que ha sido convocado esta vez por el seleccionador. Nacho no cuenta desde que se marchó a jugar a Arabia Saudí y Laporte y Vivian están lesionados.

Cubarsí es el que más partidos ha jugado con la Roja de los otros tres centrales convocados. Hace un año recibió su primera llamada para los amistosos contra Colombia y contra Brasil, y también estuvo en la prelista para la Eurocopa, aunque fue uno de los descartes. De la Fuente prefirió dejarlo libre para que pudiera disputar los Juegos Olímpicos, en los resultó fundamental para que España ganara la medalla de oro.

El central del Barcelona acaba de cumplir la mayoría de edad y Huijsen todavía no llega a los 20. Asencio, que ya ha cumplido los 22, es el mayor de los tres, aunque es el que menos experiencia internacional tiene. Nunca había sido convocado por las selecciones inferiores y en el fútbol profesional apenas cuenta con los 29 partidos que ha disputado este curso con el Real Madrid. Cubarsí ya jugó gran parte de la temporada pasada con el Barcelona y Huijsen, aunque solo llegó a jugar un partido con el primer equipo de la Juventus, ya jugó la temporada pasada en la Roma y ahora está en el Bournemouth de Andoni Iraola.

Para compensar esa juventud, De la Fuente había contado con Iñigo Martínez, que llevaba casi año y medio sin ser convocado por la Roja. Pero el central del Barcelona se cayó de la convocatoria por unas molestias y ahora queda Robin Le Normand como el único veterano en el centro de la defensa.

El jugador del Atlético de Madrid no estaba en una convocatoria desde septiembre. Se perdió las de octubre y noviembre por el traumatismo que sufrió en la cabeza en el derbi de la primera vuelta contra el Real Madrid. Estuvo dos meses sin jugar y cuando regresó a los campos lo hizo con un casco protector como el que utilizaba Petr Cech con el Chelsea.

Pero el seleccionador lo ha considerado parte fundamental del grupo desde el principio. Y después de su lesión acudió en octubre a la Ciudad del Fútbol junto a Rodri y a Carvajal, los otros lesionados de gravedad, a animar a sus compañeros.

«Robin está recuperando bien y conociéndolo seguro que acelerará los procesos, pero ni su club ni nosotros le vamos a meter más prisa para que se recupere antes», decía De la Fuente en noviembre. En los primeros partidos desde su regreso, Simeone le fue dando minutos poco a poco, pero ahora ha vuelto a ser uno de los fijos en las alineaciones del Atlético, aunque muchas veces en el lado que menos le gusta del campo. En la Real Sociedad siempre jugaba como central por la izquierda, pero la irrupción de Lenglet le ha llevado a jugar por la derecha la mayoría de las veces en el Atlético. Es el mismo lugar en el que suele jugar en la selección cuando su compañero en el centro de la defensa es Laporte, un zurdo natural. Con los «nuevos» podrá volver a jugar en la izquierda. Solo Huijsen, que se adapta a los dos perfiles, está acostumbrado también a jugar por la izquierda.

Juegue donde juegue, Le Normand no pierde su principal característica. «Es muy bueno en los duelos», dice Simeone de él. Esa es una de las razones que le llevaron a ficharlo y también a Luis de la Fuente a convocarlo. «Cuando me llamó tomé rápidamente la decisión de venir», decía en su primera convocatoria con España. Han pasado algo menos de dos años desde entonces, pero ya es el «padre» de la defensa.

 El jugador del Atlético es el más veterano de los centrales convocados por De la Fuente. A su lado, dos debutantes y un jugador que cumplió en enero la mayoría de edad  

Robin Le Normand no llega aún a los 20 partidos con la selección. Nacido en Pabu, en la región francesa de Bretaña, no pudo jugar con España hasta hace algo menos de dos años. Su primer partido como internacional fue la semifinal de la Liga de Naciones de 2023 contra Italia. Ese fue el primer torneo que ganó con la Roja; el segundo, la Eurocopa el verano pasado. Los dos que ha jugado con España.

Esa experiencia y los 28 años cumplidos en noviembre le convierten en el más veterano de los centrales convocados por Luis de la Fuente. El jugador del Atlético de Madrid es el único de los centrales que jugaron la Eurocopa que ha sido convocado esta vez por el seleccionador. Nacho no cuenta desde que se marchó a jugar a Arabia Saudí y Laporte y Vivian están lesionados.

Cubarsí es el que más partidos ha jugado con la Roja de los otros tres centrales convocados. Hace un año recibió su primera llamada para los amistosos contra Colombia y contra Brasil, y también estuvo en la prelista para la Eurocopa, aunque fue uno de los descartes. De la Fuente prefirió dejarlo libre para que pudiera disputar los Juegos Olímpicos, en los resultó fundamental para que España ganara la medalla de oro.

El central del Barcelona acaba de cumplir la mayoría de edad y Huijsen todavía no llega a los 20. Asencio, que ya ha cumplido los 22, es el mayor de los tres, aunque es el que menos experiencia internacional tiene. Nunca había sido convocado por las selecciones inferiores y en el fútbol profesional apenas cuenta con los 29 partidos que ha disputado este curso con el Real Madrid. Cubarsí ya jugó gran parte de la temporada pasada con el Barcelona y Huijsen, aunque solo llegó a jugar un partido con el primer equipo de la Juventus, ya jugó la temporada pasada en la Roma y ahora está en el Bournemouth de Andoni Iraola.

Para compensar esa juventud, De la Fuente había contado con Iñigo Martínez, que llevaba casi año y medio sin ser convocado por la Roja. Pero el central del Barcelona se cayó de la convocatoria por unas molestias y ahora queda Robin Le Normand como el único veterano en el centro de la defensa.

El jugador del Atlético de Madrid no estaba en una convocatoria desde septiembre. Se perdió las de octubre y noviembre por el traumatismo que sufrió en la cabeza en el derbi de la primera vuelta contra el Real Madrid. Estuvo dos meses sin jugar y cuando regresó a los campos lo hizo con un casco protector como el que utilizaba Petr Cech con el Chelsea.

Pero el seleccionador lo ha considerado parte fundamental del grupo desde el principio. Y después de su lesión acudió en octubre a la Ciudad del Fútbol junto a Rodri y a Carvajal, los otros lesionados de gravedad, a animar a sus compañeros.

«Robin está recuperando bien y conociéndolo seguro que acelerará los procesos, pero ni su club ni nosotros le vamos a meter más prisa para que se recupere antes», decía De la Fuente en noviembre. En los primeros partidos desde su regreso, Simeone le fue dando minutos poco a poco, pero ahora ha vuelto a ser uno de los fijos en las alineaciones del Atlético, aunque muchas veces en el lado que menos le gusta del campo. En la Real Sociedad siempre jugaba como central por la izquierda, pero la irrupción de Lenglet le ha llevado a jugar por la derecha la mayoría de las veces en el Atlético. Es el mismo lugar en el que suele jugar en la selección cuando su compañero en el centro de la defensa es Laporte, un zurdo natural. Con los «nuevos» podrá volver a jugar en la izquierda. Solo Huijsen, que se adapta a los dos perfiles, está acostumbrado también a jugar por la izquierda.

Juegue donde juegue, Le Normand no pierde su principal característica. «Es muy bueno en los duelos», dice Simeone de él. Esa es una de las razones que le llevaron a ficharlo y también a Luis de la Fuente a convocarlo. «Cuando me llamó tomé rápidamente la decisión de venir», decía en su primera convocatoria con España. Han pasado algo menos de dos años desde entonces, pero ya es el «padre» de la defensa.

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