En un año postolímpico, dos semanas después del Campeonato de Europa y con una temporada de verano marcada por el Campeonato de Europa por selecciones en Madrid y el Mundial de Tokio al aire libre en septiembre, aparece el Mundial en pista cubierta de Nanjing. La ciudad china iba a ser sede de la competición en marzo de 2020 cuando el coronavirus lo paró todo. Con estos condicionantes, España se presenta con 13 atletas, cinco mujeres y ocho hombres. Sólo en tres de las anteriores 20 ediciones acudió con una expedición menos numerosa.
La selección de José Peiró tiene como referente a Ana Peleteiro. «Con 29 años no puedo desperdiciar la oportunidad de competir en un Mundial», ha dicho la gallega después de proclamarse campeona de Europa en pista cubierta. Con su nuevo entrenador y marido, Benjamin Compaoré, y el traslado a Ribeira, Peleteiro siente que puede competir por todo como demostró en Apeldoorn. Probó a cambiar la técnica de salto y batir con la izquierda, pero lo descartó por problemas físicos. Volvió a batir con la derecha, pero cambió de técnica para volar más bajo, más horizontal y los resultados no han tardado en llegar. «Ahora tengo una visión diferente del triple salto y tengo que explotarla porque creo que, ahora que con esta pierna he entendido mejor la concepción del triple salto, más horizontal, podemos llegar muy lejos», asegura.
El desafío para Peleteiro es sumar el primer oro mundialista bajo techo, su novena medalla en una gran competición. Llega con la tercera mejor marca del año y todo el equipo confía en su extraordinaria capacidad para competir en los grandes escenarios. Las tres mejores marcas de su carrera llegaron en finales: 14,87 para ganar el bronce olímpico en Tokio; 14,85 para ser campeona de Europa al aire libre en 2024 y 14,75 para ganar el bronce mundial bajo techo el año pasado en Glasgow.
La expedición, que lleva desde el fin de semana en China, no cuenta con los relevos de 4×400 ni con los bronces en el reciente Europeo (Paula Sevilla en 400 y Lester Lescay en longitud) y tampoco con los vallistas ni Abel Jordán. A cambio sí están Marta García, que fue cuarta con caída incluida en los 3.000 hace dos semanas, o Fátima Diame, bronce mundial el año pasado y que llega después de ser quinta en longitud en los Europeos. Las opciones masculinas aparecen en el 800 con Álvaro de Arriba, que ya ha sido cuarto y quinto en unos Mundiales, y Josué Canales, que se quedó a las puertas del podio en Apeldoorn cuando era favorito. En el 1.500, Adrián Ben y Mariano García, ambos procedentes del 800, sueñan con escoltar a Jakob Ingebritgsen.
Ana Peleteiro lidera al equipo español en los Mundiales en pista cubierta. La gallega busca mejorar sus dos bronces mundialistas
En un año postolímpico, dos semanas después del Campeonato de Europa y con una temporada de verano marcada por el Campeonato de Europa por selecciones en Madrid y el Mundial de Tokio al aire libre en septiembre, aparece el Mundial en pista cubierta de Nanjing. La ciudad china iba a ser sede de la competición en marzo de 2020 cuando el coronavirus lo paró todo. Con estos condicionantes, España se presenta con 13 atletas, cinco mujeres y ocho hombres. Sólo en tres de las anteriores 20 ediciones acudió con una expedición menos numerosa.
La selección de José Peiró tiene como referente a Ana Peleteiro. «Con 29 años no puedo desperdiciar la oportunidad de competir en un Mundial», ha dicho la gallega después de proclamarse campeona de Europa en pista cubierta. Con su nuevo entrenador y marido, Benjamin Compaoré, y el traslado a Ribeira, Peleteiro siente que puede competir por todo como demostró en Apeldoorn. Probó a cambiar la técnica de salto y batir con la izquierda, pero lo descartó por problemas físicos. Volvió a batir con la derecha, pero cambió de técnica para volar más bajo, más horizontal y los resultados no han tardado en llegar. «Ahora tengo una visión diferente del triple salto y tengo que explotarla porque creo que, ahora que con esta pierna he entendido mejor la concepción del triple salto, más horizontal, podemos llegar muy lejos», asegura.
El desafío para Peleteiro es sumar el primer oro mundialista bajo techo, su novena medalla en una gran competición. Llega con la tercera mejor marca del año y todo el equipo confía en su extraordinaria capacidad para competir en los grandes escenarios. Las tres mejores marcas de su carrera llegaron en finales: 14,87 para ganar el bronce olímpico en Tokio; 14,85 para ser campeona de Europa al aire libre en 2024 y 14,75 para ganar el bronce mundial bajo techo el año pasado en Glasgow.
La expedición, que lleva desde el fin de semana en China, no cuenta con los relevos de 4×400 ni con los bronces en el reciente Europeo (Paula Sevilla en 400 y Lester Lescay en longitud) y tampoco con los vallistas ni Abel Jordán. A cambio sí están Marta García, que fue cuarta con caída incluida en los 3.000 hace dos semanas, o Fátima Diame, bronce mundial el año pasado y que llega después de ser quinta en longitud en los Europeos. Las opciones masculinas aparecen en el 800 con Álvaro de Arriba, que ya ha sido cuarto y quinto en unos Mundiales, y Josué Canales, que se quedó a las puertas del podio en Apeldoorn cuando era favorito. En el 1.500, Adrián Ben y Mariano García, ambos procedentes del 800, sueñan con escoltar a Jakob Ingebritgsen.
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