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Antonio Moreno, un carpintero que desafía al Rayo Vallecano: «Te sientes importante y eres el mismo chico que hace un mes»

El fútbol es el deporte rey por las estrellas y grandes partidos que paralizan a todo el planeta, pero también por la ilusión de los modestos y las bonitas historias que hay detrás. Futbolistas desconocidos para el gran público y que tienen que sacrificarse en su día a día para poder prácticar el deporte que tanto aman. La Copa del Rey es el torneo que permite a todos esos jugadores cumplir ese sueño que no esperaban y medirse a jugadores de la élite.

Uno de los partidos de esta primera ronda enfrenta al CD Yuncos y al Rayo Vallecano, equipo que este año disputa la Conference League. Este encuentro paraliza a la localidad toledana, que vive una semana muy especial. Es un equipo humilde de Preferente y se enfrentará a un equipo de LaLiga EA Sports y que juega competición europea. Antonio Moreno, nacido en el pueblo de Yuncos, es uno de los jugadores del equipo y atiende a LA RAZÓN antes de su partido más especial. Él fue canterano del Getafe, tiene estudios universitarios en criminología y trabaja actualmente como carpintero en una empresa de ascensores en la sección de madera.

El día más especial para Yuncos

¿Cómo se encuentra antes de jugar ante el Rayo
Vallecano?

Desde el fin de semana hay algo de nerviosismo, pero
se llevó medianamente normal porque tuvimos un partido importante en
competición contra el Torrijos que visitamos al líder y aunque casi que la
cabeza tiraba más hacia el Rayo Vallecano, teníamos algo cercano. Pero no te
voy a negar que la cabeza tiene el runrún del partido del miércoles. Bueno, de
momento estoy un poco nervioso. Cuando se vaya acercando más el momento no sé
ni dónde me voy a meter. Pero bueno, de momento nervioso, pero no mucho.

¿Se nota en el pueblo el ambiente por el partido?
¿Cómo está viviendo la localidad estos días previos desde que salió en el
sorteo que el rival era el Rayo Vallecano?

Pues te puedes imaginar. Mira, te voy a poner un
ejemplo. Ayer, dos amigos míos, que son compañeros de equipo, salimos de
entrenar y fuimos a cenar al típico bar que hay en el pueblo, que vamos
habitualmente y compañeros nuestros fueron el jueves al colegio porque tuvieron
un evento con los niños. Y para que te hagas una idea de cómo está la cosa,
vino una niña súper emocionada que tenía el brazo tatuado, vamos que le
firmaron en el brazo los compañeros y nos pidió por favor que si nos podíamos
hacer una foto y que la firmásemos en un papel, que son cosas que lo hablamos
los compañeros y yo, que son cosas que no ibas a imaginar nunca que te podían
pasar.

«Te sientes alguien importante y realmente eres el mismo chico que hace un mes»

La verdad es que el pueblo ha respondido de manera
increíble. Vayas donde vayas, la gente te pregunta, la gente está con ganas. La
gente sí que tiene muchas más ganas que nosotros, porque obviamente, pues para
la gente el partido es el partido del Rayo Vallecano y la verdad es que eso te
genera una ilusión y un entusiasmo para para todo el equipo, pero en general
para los tres o cuatro compañeros que somos de aquí, del pueblo que sales y la
gente te pregunta, te sientes alguien importante y realmente eres el
mismo chico que hace un mes pero vas a jugar con el Rayo Vallecano. Has recogido el fruto del trabajo que llevas haciendo toda la vida y es una
ilusión increíble que el pueblo esté volcado de esa manera y que encima lo
sientas con las preguntas y las ganas que te demuestra la gente preguntándote.

Un sueño cumplido

¿Ha jugado algún partido de semejante entidad?

Bueno, yo es que en categorías inferiores jugué en el
Getafe, llegué hasta la Juvenil División de Honor y ha jugado en Tercera
División en Madrid con el Carabanchel. Estuve un año y medio y bueno, sí es
cierto que me he medido a rivales importantes en categorías inferiores, pero lo
podría catalogar a día de hoy como como el partido de mi vida.

«Es una sensación única. En mi vida me imaginé jugar en mi pueblo, con mi equipo, delante 5.000 o 6.000 personas»

Como comenta, juega el partido con el equipo de su
pueblo. ¿Cómo es ese sentimiento de pertenencia, además de jugar como
profesional, también hacerlo como vecino?

Pues te puedes imaginar. Mira, yo tengo 26 años, mi
padre es de Yuncos de toda la vida. Mi madre sí que es de un pueblo de fuera,
pero bueno, lleva viviendo 40 años aquí. Mis abuelos son de Yuncos. Yo he
vivido en Yuncos toda mi vida, 26 años aquí. Y yo lo que le digo a mis
compañeros, yo a mí que venga el Rayo Vallecano como si viniese cualquier otro
equipo.

Yo solo con ver el estadio, pues el campo de fútbol que van a montar
gradas supletorias, que el ambiente, que la gente te pregunta… ya solo con
salir a ver el campo y ver que va a haber cuatro o cinco o 6000 personas
viéndote en tu pueblo, a mí ya eso me pone la piel de gallina. sabes? Yo lo
vivo, no sé si como vecino o como futbolista o como qué, pero es una sensación
única. En mi vida me imaginé jugar en mi pueblo, con mi equipo,
delante 5.000 o 6.000 personas porque habitualmente pues nos vienen a ver, los
domingos por la mañana que solemos jugar en casa, pues 200 o 300 y la verdad es
que va a ser increíble, la verdad. Y ya te digo, la gente con camisetas, con
bufandas, una alegría increíble.

El partido se va a jugar en vuestro estadio, ¿eso lo
hace todavía más especial? Otros equipos tienen que hacerlo en otra sede…

Efectivamente, la verdad es que hemos tenido mucha,
mucha suerte. El año pasado decidieron cambiarnos el césped porque llevaba 15
años sin cambiarse y la verdad es que el campo está increíble. Y luego si es
cierto que el club está haciendo un trabajazo increíble con el apoyo del
Ayuntamiento, que sin el apoyo del Ayuntamiento obviamente no podríamos acceder
a las reformas que están haciendo en el campo, que no dejan jugar ahí. Están
cambiando focos, están cambiando los riegos, están montando gradas supletorias,
haciendo accesos y están haciendo un trabajazo increíble el club y el
Ayuntamiento de manera grupal.

Es un trabajo que a día de hoy estamos
cosechando esta directiva, estos compañeros, este cuerpo técnico y este ayuntamiento,
pero es un trabajo que viene de muchos años atrás, con antiguos directivos, con
antiguos presidentes, antiguo ayuntamiento, porque el club hace cinco o seis
años se encontraba en una situación muy mala, muy delicada y la verdad es que se
empezaron a hacer las cosas bien, se empezó a sanear el club y es de agradecer
a la gente que estuvo en los malos momentos, que a día de hoy no está y que
podamos brindarle esta oportunidad porque también es trabajo suyo.

«Yo jugué el Getafe ocho años de mi vida y yo quería el Rayo»

El Rayo no solo juega en Primera, sino que lo hace
en Europa. ¿Qué se siente al jugar contra un equipo que días antes ha jugado en
Suecia y ahora juegue en Yuncos?

Pues mira, estábamos entrenando, para que te hagas
una idea, y al delegado, a los asistentes técnicos del entrenador y a los
segundos les preguntábamos que cómo iba el Rayo y así de cachondeo le decíamos,
como empató a dos, nos tienen miedo, nos tienen miedo. Yo jugando a la quiniela,
que siempre la hago con mi familia y al Rayo lo veo y pues es increíble.

Teníamos dos opciones Getafe o Rayo. Yo jugué el Getafe ocho años de mi vida y no quería el Getafe, yo quería el Rayo.
Bajo mi punto de vista, es un equipo que mueve mucha gente, que tiene mucha
afición. Es un equipo que tiene 24 o 25 futbolistas, como la copa de un pino,
juega al fútbol que te mueres y además es un histórico y hoy en día está
jugando una competición europea. Yo creo que más no se puede pedir para un
rival de Primera División.

El Rayo Vallecano también tiene una filosofía muy
especial, ¿qué es lo que más le llama la atención de su equipo y le gustaría
ver en el Yuncos?

El orgullo de pertenencia y el sentimiento de algo
suyo, como los aficionados de Vallecas. Es algo que tienen interiorizado que es
el Rayo, el Rayo, el Rayo y el Rayo. Me gustaría eso y que los jugadores
sientan. Yo entiendo que el jugador que va al Rayo entiende que es como un
hogar, una familia, sí es cierto que en el Juncal lo tenemos, pero en el Rayo,
bajo mi punto de vista creo que es el fetiche de Vallecas.

«Me gustaría la camiseta de Lejeune o la del mítico Trejo»

¿Tiene alguna camiseta ya apuntada para pedir?

Sí, es cierto que lo hemos hablado y lo hemos
comentado un poco por encima, pero como no sabemos realmente qué jugadores van
a venir ni nada, pues se ha comentado un poco por encima. Pero sí, yo soy
central y me gustaría la de Lejeune o si no la del mítico Óscar Trejo, que eso
es un camiseta que lo voy a enmarcar en mi habitación y lo voy a dejar ahí para
para el resto de sus días.

Así es su día a día

Habitualmente no se hace hincapié en la
preparación porque son profesionales, ¿Cómo afronta un futbolista que también
trabaja la preparación de un partido de este calibre? ¿Cómo será su día de
partido?

Pues mira, te puedes hacer una idea. Esta semana pues
obviamente todo el mundo tiene sus trabajos por la mañana, salvo la gente que
es joven o que está estudiando. Un compañero y yo, cada uno está en su trabajo
y nos hemos dedicado de 7 a 3. Trabajamos cada uno en su trabajo y luego
montamos cocinas por la tarde. Y bueno, hemos estado de lunes a viernes
montando una cocina por la tarde. Martes, jueves y viernes terminábamos antes
para irnos a entrenar. Para que te hagas una idea, pues estábamos trabajando
unas 10 o 12 diarias al día y tienes unas rutinas marcadas de trabajo
que obviamente ellos no tienen.

«Hay que vivirlo como si fueses un futbolista de Primera»

El día del Rayo, a las seis y diez sonará el
despertador y te vas a trabajar con la mayor alegría de tu vida porque es un
miércoles que te vas a enfrentar en unas 15 horas a un equipo de Primera
división delante de tu gente, con 5000 personas. Voy a llegar de trabajar a las
tres, me voy a cortar el pelo, a ver si salgo guapo por la tele. Luego
intentaré dormir un poco, descansar, pero vamos, no me van a dejar los nervios.
Normalmente nos suelen citar una hora y
cuarto, una hora y media antes del partido. Yo creo que esto es un día especial
y nos van a citar como dos horas o dos horas y media antes. Nos van a recoger
en un autobús, como si estuviésemos concentrados, nos van a subir de una parte
del pueblo al campo de fútbol en autobús y algo especial y a ver qué tal.

Va a haber nervios en ese trayecto.

Ya te digo, mucha gente nos ha dicho ya que cuando
pasemos por sitios estratégicos del pueblo, por bares o tal, que tenemos que
parar, que van a estar con bengalas, con bombos, cantando, animando, con las
bufandas, con las camisetas… Hay que vivirlo como si fueses un futbolista de Primera
División. Yo que soy del Atleti, he ido muchas veces al estadio a ver cómo a
recibir el autobús con bengalas y cantando. Lo he vivido desde fuera, pero
nunca desde dentro. Asemejarte un poquito a lo que viven los futbolistas de
primera División va a ser algo que lo voy a tener grabado para el resto de mi
vida en el teléfono, pero sobre todo en la cabeza.

«A las seis y diez suele sonar el despertador, el mío y el de muchos compañeros»

A nivel
personal, trabaja como carpintero en una empresa de ascensores en la sección de
madera, ¿cómo compagina el trabajo con el fútbol en tu día a día más allá del
partido del Rayo? ¿Cómo es el día a día de un jugador del Yuncos?

A las seis y diez suele sonar el despertador, el mío
y el de muchos compañeros. Y nada, yo en mi caso soy de Yuncos y trabajo en
Illescas, o sea, unos diez minutillos en coche como mucho. Entro a las siete a
trabajar. Al final estás trabajando y tienes que sacar tu trabajo adelante. Y por
las tardes suelo descansar. Ahora voy a empezar a estudiar. Y nada, tengo mis
rutinas de gimnasio con compañeros y amigos del equipo. Nos juntamos ahí dos o
tres que somos del pueblo y otros dos o tres que son de pueblos de alrededor y
tenemos una rutina deir al gimnasio con un entrenador que tenemos y nada, pues
martes, jueves, viernes a entrenar y de lunes a viernes trabajar. Y después
pues eso, gimnasio, estudiar y poco más.

También estudió
criminología, ¿el qué le llevó a no ejercer de ello en la actualidad?

Pues a día de hoy las pocas salidas profesionales que
tiene realmente la figura del criminólogo en España, por desgracia no está muy
muy reconocido. Y nada, no he ejercido nunca de ello, de mi promoción
prácticamente nadie trabaja como criminólogo profesionalmente. Los estudios que
voy a realizar ahora son para opositar, para acceder a Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado e intentar enlazar un poquito mi futuro profesional con
mis estudios.

La realidad del Yuncos

Este partido marca un antes y después, como dijo, vienen
una situación muy comprometida en el equipo y este año vuestra batalla
realmente, aunque sea el día más especial, está en Preferente. ¿Cómo afecta
jugar este partido de cara al resto de la temporada?

Efectivamente, hace unos 5 o 6 años hubo una mala
gestión interna del club, hubo situaciones de impago, se generó una deuda de
muchos miles de euros y nada, gracias a gente del pueblo como Chanete, como
Pepe, como Julián, como directivos, Elenita… empezaron a enlazar y a recaudar
fondos a base de patrocinios, de ir a buscarse la vida, futbolistas como
nosotros del pueblo, que no cobrábamos y a día de hoy, hemos conseguido
canalizarlo hacia una buena estructura, una buena directiva, con buenos medios
y ha sido un camino duro, la verdad.

Deportivamente, hace dos semanas jugamos domingo,
jueves, domingo por aplazar partidos, por la previa ante campanario, que
aplazamos un partido. Al final te exponen mucho, mucha rotación, muchos cambios
y bueno, sacamos una victoria y dos empates, que dentro de lo malo no está del
todo mal, pero sí es cierto que nuestros objetivos a día de hoy es competir al
máximo nivel, alcanzar los puestos más altos de la tabla. Y nada, el año pasado
conseguimos hacer playoff de ascenso a Tercera División. Este año estamos
cerquita, estamos séptimos yo creo, con un partido menos, que si lo ganamos nos
meteríamos ya tercera, cuarta posición. Nuestro objetivo es salir a competir al
Torrijos como queremos competir al Rayo Vallecano, plantarle cara de tú a tú,
intentar ganar, jugar con nuestras armas, como sabemos, jugando al fútbol y a
por ellos

¿Objetivo de esta temporada? Pues es que nadie se
imaginaba lo del Rayo Vallecano, pero podríamos decir que eses un objetivo
conseguido este año. Y no nos marcan objetivos en el club, simplemente que
juguemos y nos exijamos lo máximo posible. Exigirnos al máximo nivel e intentar
repetir la clasificación del año pasado o incluso mejorarla, ¿por qué no?

A nivel personal, cómo es salir de un equipo
profesional, de Primera División, como el Getafe, aunque sea la cantera, a ir a
otros equipos más humildes?

Yo jugué la División de Honor, lo estaba jugando todo
hasta diciembre que me lesioné, tuve una lesión en la rodilla, no me llegaron a
operar, pero estuve tres o cuatro meses fuera. Y la División de Honor, por
desgracia, se acaba en abril. Decidieron que no continuase en Getafe. Recalé en
Carabanchel, en Tercera División de Madrid, un equipo senior. Yo venía a
entrenar lunes, martes, miércoles, jueves, viernes por la mañana, de 10 a 12,
en la ciudad Deportiva de Getafe.

«Es un choque, vienes de un fútbol que no es real»

Salté a Carabanchel a entrenar a las 9 de
la noche, un club súper humilde. Y es un choque porque tú vienes de un fútbol
que no es real. El fútbol en categorías inferiores, bajo mi punto de vista, es
muy fútbol formativo y saltas a un fútbol que te choca mucho. Fue un año
diferente, de choque, de adaptación, no conseguí participar mucho, pero bueno,
es un año y medio, tiempo que estuve en Carabanchel, que me llevó, tengo mucho
aprendizaje y muchos buenos momentos personales, de crecimiento como persona, que lo voy a llevar guardado para mí,
a pesar de no haber jugado todos los minutos que quisiese.

Después de Carabanchel podía haber seguido la rueda
de Madrid, de la Tercera División, pero llevaba ya muchos años haciendo viajes
fuera de casa, muchos días con mis padres, conmigo y decidí después de Carabanchel
salirme un poco ya de la rueda y venirme a mi casa, a mi club, a mi pueblo, a
disfrutar con mis amigos y a competir cerca de casa con mi gente. Y la verdad
es que muy bien, muy a gusto.

Por último,
¿qué sueño le gustaría cumplir en el fútbol?

Pues a día de hoy, el miércoles es un sueño que, si
Dios quiere y no pasa nada, lo voy a conseguir. Y es que son cosas que ya no
piensas, porque obviamente ya no piensas que te vayas a dedicar a ello
realmente, pero es que la vida te depara momentos como el del Rayo. Un sueño
que me queda por cumplir, pues el día de mañana exigirme y trabajar como estoy
trabajando a día de hoy, que gracias a nuestro cuerpo técnico que tenemos de
hace unos tres años, nos tratan y nos exigen de una manera lo más profesional
posible, o sea, como si viviésemos de ello.

Entonces, un sueño que me queda por
cumplir es vivir del fútbol y trabajar lo menos posible, ganarme la vida cerca
del fútbol, estar ligado al fútbol y que el fútbol, si Dios quiere, me ponga en
categorías más elevadas y competir en competiciones más altas que la Preferente,
si Dios quiere.

 El jugador del CD Yuncos y ex canterano del Getafe, que también estudió criminología, atiende a LA RAZÓN antes del histórico partido en Copa del Rey: «Te vas a trabajar con la mayor alegría de tu vida»  

El fútbol es el deporte rey por las estrellas y grandes partidos que paralizan a todo el planeta, pero también por la ilusión de los modestos y las bonitas historias que hay detrás. Futbolistas desconocidos para el gran público y que tienen que sacrificarse en su día a día para poder prácticar el deporte que tanto aman. La Copa del Rey es el torneo que permite a todos esos jugadores cumplir ese sueño que no esperaban y medirse a jugadores de la élite.

Uno de los partidos de esta primera ronda enfrenta al CD Yuncos y al Rayo Vallecano, equipo que este año disputa la Conference League. Este encuentro paraliza a la localidad toledana, que vive una semana muy especial. Es un equipo humilde de Preferente y se enfrentará a un equipo de LaLiga EA Sports y que juega competición europea. Antonio Moreno, nacido en el pueblo de Yuncos, es uno de los jugadores del equipo y atiende a LA RAZÓN antes de su partido más especial. Él fue canterano del Getafe, tiene estudios universitarios en criminología y trabaja actualmente como carpintero en una empresa de ascensores en la sección de madera.

El día más especial para Yuncos

¿Cómo se encuentra antes de jugar ante el Rayo Vallecano?

Desde el fin de semana hay algo de nerviosismo, pero se llevó medianamente normal porque tuvimos un partido importante en competición contra el Torrijos que visitamos al líder y aunque casi que la cabeza tiraba más hacia el Rayo Vallecano, teníamos algo cercano. Pero no te voy a negar que la cabeza tiene el runrún del partido del miércoles. Bueno, de momento estoy un poco nervioso. Cuando se vaya acercando más el momento no sé ni dónde me voy a meter. Pero bueno, de momento nervioso, pero no mucho.

Antonio Moreno junto a su familia

¿Se nota en el pueblo el ambiente por el partido? ¿Cómo está viviendo la localidad estos días previos desde que salió en el sorteo que el rival era el Rayo Vallecano?

Pues te puedes imaginar. Mira, te voy a poner un ejemplo. Ayer, dos amigos míos, que son compañeros de equipo, salimos de entrenar y fuimos a cenar al típico bar que hay en el pueblo, que vamos habitualmente y compañeros nuestros fueron el jueves al colegio porque tuvieron un evento con los niños. Y para que te hagas una idea de cómo está la cosa, vino una niña súper emocionada que tenía el brazo tatuado, vamos que le firmaron en el brazo los compañeros y nos pidió por favor que si nos podíamos hacer una foto y que la firmásemos en un papel, que son cosas que lo hablamos los compañeros y yo, que son cosas que no ibas a imaginar nunca que te podían pasar.

«Te sientes alguien importante y realmente eres el mismo chico que hace un mes»

La verdad es que el pueblo ha respondido de manera increíble. Vayas donde vayas, la gente te pregunta, la gente está con ganas. La gente sí que tiene muchas más ganas que nosotros, porque obviamente, pues para la gente el partido es el partido del Rayo Vallecano y la verdad es que eso te genera una ilusión y un entusiasmo para para todo el equipo, pero en general para los tres o cuatro compañeros que somos de aquí, del pueblo que sales y la gente te pregunta, te sientes alguien importante y realmente eres el mismo chico que hace un mes pero vas a jugar con el Rayo Vallecano. Has recogido el fruto del trabajo que llevas haciendo toda la vida y es una ilusión increíble que el pueblo esté volcado de esa manera y que encima lo sientas con las preguntas y las ganas que te demuestra la gente preguntándote.

Un sueño cumplido

¿Ha jugado algún partido de semejante entidad?

Bueno, yo es que en categorías inferiores jugué en el Getafe, llegué hasta la Juvenil División de Honor y ha jugado en Tercera División en Madrid con el Carabanchel. Estuve un año y medio y bueno, sí es cierto que me he medido a rivales importantes en categorías inferiores, pero lo podría catalogar a día de hoy como como el partido de mi vida.

«Es una sensación única. En mi vida me imaginé jugar en mi pueblo, con mi equipo, delante 5.000 o 6.000 personas»

Como comenta, juega el partido con el equipo de su pueblo. ¿Cómo es ese sentimiento de pertenencia, además de jugar como profesional, también hacerlo como vecino?

Pues te puedes imaginar. Mira, yo tengo 26 años, mi padre es de Yuncos de toda la vida. Mi madre sí que es de un pueblo de fuera, pero bueno, lleva viviendo 40 años aquí. Mis abuelos son de Yuncos. Yo he vivido en Yuncos toda mi vida, 26 años aquí. Y yo lo que le digo a mis compañeros, yo a mí que venga el Rayo Vallecano como si viniese cualquier otro equipo.

Yo solo con ver el estadio, pues el campo de fútbol que van a montar gradas supletorias, que el ambiente, que la gente te pregunta… ya solo con salir a ver el campo y ver que va a haber cuatro o cinco o 6000 personas viéndote en tu pueblo, a mí ya eso me pone la piel de gallina. sabes? Yo lo vivo, no sé si como vecino o como futbolista o como qué, pero es una sensación única. En mi vida me imaginé jugar en mi pueblo, con mi equipo, delante 5.000 o 6.000 personas porque habitualmente pues nos vienen a ver, los domingos por la mañana que solemos jugar en casa, pues 200 o 300 y la verdad es que va a ser increíble, la verdad. Y ya te digo, la gente con camisetas, con bufandas, una alegría increíble.

El partido se va a jugar en vuestro estadio, ¿eso lo hace todavía más especial? Otros equipos tienen que hacerlo en otra sede…

Efectivamente, la verdad es que hemos tenido mucha, mucha suerte. El año pasado decidieron cambiarnos el césped porque llevaba 15 años sin cambiarse y la verdad es que el campo está increíble. Y luego si es cierto que el club está haciendo un trabajazo increíble con el apoyo del Ayuntamiento, que sin el apoyo del Ayuntamiento obviamente no podríamos acceder a las reformas que están haciendo en el campo, que no dejan jugar ahí. Están cambiando focos, están cambiando los riegos, están montando gradas supletorias, haciendo accesos y están haciendo un trabajazo increíble el club y el Ayuntamiento de manera grupal.

Es un trabajo que a día de hoy estamos cosechando esta directiva, estos compañeros, este cuerpo técnico y este ayuntamiento, pero es un trabajo que viene de muchos años atrás, con antiguos directivos, con antiguos presidentes, antiguo ayuntamiento, porque el club hace cinco o seis años se encontraba en una situación muy mala, muy delicada y la verdad es que se empezaron a hacer las cosas bien, se empezó a sanear el club y es de agradecer a la gente que estuvo en los malos momentos, que a día de hoy no está y que podamos brindarle esta oportunidad porque también es trabajo suyo.

«Yo jugué el Getafe ocho años de mi vida y yo quería el Rayo»

El Rayo no solo juega en Primera, sino que lo hace en Europa. ¿Qué se siente al jugar contra un equipo que días antes ha jugado en Suecia y ahora juegue en Yuncos?

Pues mira, estábamos entrenando, para que te hagas una idea, y al delegado, a los asistentes técnicos del entrenador y a los segundos les preguntábamos que cómo iba el Rayo y así de cachondeo le decíamos, como empató a dos, nos tienen miedo, nos tienen miedo. Yo jugando a la quiniela, que siempre la hago con mi familia y al Rayo lo veo y pues es increíble.

Teníamos dos opciones Getafe o Rayo. Yo jugué el Getafe ocho años de mi vida y no quería el Getafe, yo quería el Rayo. Bajo mi punto de vista, es un equipo que mueve mucha gente, que tiene mucha afición. Es un equipo que tiene 24 o 25 futbolistas, como la copa de un pino, juega al fútbol que te mueres y además es un histórico y hoy en día está jugando una competición europea. Yo creo que más no se puede pedir para un rival de Primera División.

El Rayo Vallecano también tiene una filosofía muy especial, ¿qué es lo que más le llama la atención de su equipo y le gustaría ver en el Yuncos?

El orgullo de pertenencia y el sentimiento de algo suyo, como los aficionados de Vallecas. Es algo que tienen interiorizado que es el Rayo, el Rayo, el Rayo y el Rayo. Me gustaría eso y que los jugadores sientan. Yo entiendo que el jugador que va al Rayo entiende que es como un hogar, una familia, sí es cierto que en el Juncal lo tenemos, pero en el Rayo, bajo mi punto de vista creo que es el fetiche de Vallecas.

«Me gustaría la camiseta de Lejeune o la del mítico Trejo»

¿Tiene alguna camiseta ya apuntada para pedir?

Sí, es cierto que lo hemos hablado y lo hemos comentado un poco por encima, pero como no sabemos realmente qué jugadores van a venir ni nada, pues se ha comentado un poco por encima. Pero sí, yo soy central y me gustaría la de Lejeune o si no la del mítico Óscar Trejo, que eso es un camiseta que lo voy a enmarcar en mi habitación y lo voy a dejar ahí para para el resto de sus días.

Equipo y afición celebrando el pase a la Copa del Rey

Así es su día a día

Habitualmente no se hace hincapié en la preparación porque son profesionales, ¿Cómo afronta un futbolista que también trabaja la preparación de un partido de este calibre? ¿Cómo será su día de partido?

Pues mira, te puedes hacer una idea. Esta semana pues obviamente todo el mundo tiene sus trabajos por la mañana, salvo la gente que es joven o que está estudiando. Un compañero y yo, cada uno está en su trabajo y nos hemos dedicado de 7 a 3. Trabajamos cada uno en su trabajo y luego montamos cocinas por la tarde. Y bueno, hemos estado de lunes a viernes montando una cocina por la tarde. Martes, jueves y viernes terminábamos antes para irnos a entrenar. Para que te hagas una idea, pues estábamos trabajando unas 10 o 12 diarias al día y tienes unas rutinas marcadas de trabajo que obviamente ellos no tienen.

«Hay que vivirlo como si fueses un futbolista de Primera»

El día del Rayo, a las seis y diez sonará el despertador y te vas a trabajar con la mayor alegría de tu vida porque es un miércoles que te vas a enfrentar en unas 15 horas a un equipo de Primera división delante de tu gente, con 5000 personas. Voy a llegar de trabajar a las tres, me voy a cortar el pelo, a ver si salgo guapo por la tele. Luego intentaré dormir un poco, descansar, pero vamos, no me van a dejar los nervios. Normalmente nos suelen citar una hora y cuarto, una hora y media antes del partido. Yo creo que esto es un día especial y nos van a citar como dos horas o dos horas y media antes. Nos van a recoger en un autobús, como si estuviésemos concentrados, nos van a subir de una parte del pueblo al campo de fútbol en autobús y algo especial y a ver qué tal.

Va a haber nervios en ese trayecto.

Ya te digo, mucha gente nos ha dicho ya que cuando pasemos por sitios estratégicos del pueblo, por bares o tal, que tenemos que parar, que van a estar con bengalas, con bombos, cantando, animando, con las bufandas, con las camisetas… Hay que vivirlo como si fueses un futbolista de Primera División. Yo que soy del Atleti, he ido muchas veces al estadio a ver cómo a recibir el autobús con bengalas y cantando. Lo he vivido desde fuera, pero nunca desde dentro. Asemejarte un poquito a lo que viven los futbolistas de primera División va a ser algo que lo voy a tener grabado para el resto de mi vida en el teléfono, pero sobre todo en la cabeza.

«A las seis y diez suele sonar el despertador, el mío y el de muchos compañeros»

A nivel personal, trabaja como carpintero en una empresa de ascensores en la sección de madera, ¿cómo compagina el trabajo con el fútbol en tu día a día más allá del partido del Rayo? ¿Cómo es el día a día de un jugador del Yuncos?

A las seis y diez suele sonar el despertador, el mío y el de muchos compañeros. Y nada, yo en mi caso soy de Yuncos y trabajo en Illescas, o sea, unos diez minutillos en coche como mucho. Entro a las siete a trabajar. Al final estás trabajando y tienes que sacar tu trabajo adelante. Y por las tardes suelo descansar. Ahora voy a empezar a estudiar. Y nada, tengo mis rutinas de gimnasio con compañeros y amigos del equipo. Nos juntamos ahí dos o tres que somos del pueblo y otros dos o tres que son de pueblos de alrededor y tenemos una rutina deir al gimnasio con un entrenador que tenemos y nada, pues martes, jueves, viernes a entrenar y de lunes a viernes trabajar. Y después pues eso, gimnasio, estudiar y poco más.

También estudió criminología, ¿el qué le llevó a no ejercer de ello en la actualidad?

Pues a día de hoy las pocas salidas profesionales que tiene realmente la figura del criminólogo en España, por desgracia no está muy muy reconocido. Y nada, no he ejercido nunca de ello, de mi promoción prácticamente nadie trabaja como criminólogo profesionalmente. Los estudios que voy a realizar ahora son para opositar, para acceder a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado e intentar enlazar un poquito mi futuro profesional con mis estudios.

La realidad del Yuncos

Este partido marca un antes y después, como dijo, vienen una situación muy comprometida en el equipo y este año vuestra batalla realmente, aunque sea el día más especial, está en Preferente. ¿Cómo afecta jugar este partido de cara al resto de la temporada?

Efectivamente, hace unos 5 o 6 años hubo una mala gestión interna del club, hubo situaciones de impago, se generó una deuda de muchos miles de euros y nada, gracias a gente del pueblo como Chanete, como Pepe, como Julián, como directivos, Elenita… empezaron a enlazar y a recaudar fondos a base de patrocinios, de ir a buscarse la vida, futbolistas como nosotros del pueblo, que no cobrábamos y a día de hoy, hemos conseguido canalizarlo hacia una buena estructura, una buena directiva, con buenos medios y ha sido un camino duro, la verdad.

Deportivamente, hace dos semanas jugamos domingo, jueves, domingo por aplazar partidos, por la previa ante campanario, que aplazamos un partido. Al final te exponen mucho, mucha rotación, muchos cambios y bueno, sacamos una victoria y dos empates, que dentro de lo malo no está del todo mal, pero sí es cierto que nuestros objetivos a día de hoy es competir al máximo nivel, alcanzar los puestos más altos de la tabla. Y nada, el año pasado conseguimos hacer playoff de ascenso a Tercera División. Este año estamos cerquita, estamos séptimos yo creo, con un partido menos, que si lo ganamos nos meteríamos ya tercera, cuarta posición. Nuestro objetivo es salir a competir al Torrijos como queremos competir al Rayo Vallecano, plantarle cara de tú a tú, intentar ganar, jugar con nuestras armas, como sabemos, jugando al fútbol y a por ellos

¿Objetivo de esta temporada? Pues es que nadie se imaginaba lo del Rayo Vallecano, pero podríamos decir que eses un objetivo conseguido este año. Y no nos marcan objetivos en el club, simplemente que juguemos y nos exijamos lo máximo posible. Exigirnos al máximo nivel e intentar repetir la clasificación del año pasado o incluso mejorarla, ¿por qué no?

Antonio Moreno y sus compañeros tras el 2-0 a Campanario que sellaba su clasificación a la Copa del Rey

A nivel personal, cómo es salir de un equipo profesional, de Primera División, como el Getafe, aunque sea la cantera, a ir a otros equipos más humildes?

Yo jugué la División de Honor, lo estaba jugando todo hasta diciembre que me lesioné, tuve una lesión en la rodilla, no me llegaron a operar, pero estuve tres o cuatro meses fuera. Y la División de Honor, por desgracia, se acaba en abril. Decidieron que no continuase en Getafe. Recalé en Carabanchel, en Tercera División de Madrid, un equipo senior. Yo venía a entrenar lunes, martes, miércoles, jueves, viernes por la mañana, de 10 a 12, en la ciudad Deportiva de Getafe.

«Es un choque, vienes de un fútbol que no es real»

Salté a Carabanchel a entrenar a las 9 de la noche, un club súper humilde. Y es un choque porque tú vienes de un fútbol que no es real. El fútbol en categorías inferiores, bajo mi punto de vista, es muy fútbol formativo y saltas a un fútbol que te choca mucho. Fue un año diferente, de choque, de adaptación, no conseguí participar mucho, pero bueno, es un año y medio, tiempo que estuve en Carabanchel, que me llevó, tengo mucho aprendizaje y muchos buenos momentos personales, de crecimiento como persona, que lo voy a llevar guardado para mí, a pesar de no haber jugado todos los minutos que quisiese.

Después de Carabanchel podía haber seguido la rueda de Madrid, de la Tercera División, pero llevaba ya muchos años haciendo viajes fuera de casa, muchos días con mis padres, conmigo y decidí después de Carabanchel salirme un poco ya de la rueda y venirme a mi casa, a mi club, a mi pueblo, a disfrutar con mis amigos y a competir cerca de casa con mi gente. Y la verdad es que muy bien, muy a gusto.

Por último, ¿qué sueño le gustaría cumplir en el fútbol?

Pues a día de hoy, el miércoles es un sueño que, si Dios quiere y no pasa nada, lo voy a conseguir. Y es que son cosas que ya no piensas, porque obviamente ya no piensas que te vayas a dedicar a ello realmente, pero es que la vida te depara momentos como el del Rayo. Un sueño que me queda por cumplir, pues el día de mañana exigirme y trabajar como estoy trabajando a día de hoy, que gracias a nuestro cuerpo técnico que tenemos de hace unos tres años, nos tratan y nos exigen de una manera lo más profesional posible, o sea, como si viviésemos de ello.

Entonces, un sueño que me queda por cumplir es vivir del fútbol y trabajar lo menos posible, ganarme la vida cerca del fútbol, estar ligado al fútbol y que el fútbol, si Dios quiere, me ponga en categorías más elevadas y competir en competiciones más altas que la Preferente, si Dios quiere.

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