
La Fundación BBK abre una nueva etapa en su estrategia de inversión en empresas, hasta ahora centrada en participaciones en compañías que aportan retorno por la vía del dividendo. La próxima entrada en el capital de Talgo, a través de un consorcio vasco liderado por Sidenor, es el primer paso en línea con este planteamiento.
La participada APK2 traslada su sede de Madrid a Bilbao
La Fundación BBK abre una nueva etapa en su estrategia de inversión en empresas, hasta ahora centrada en participaciones en compañías que aportan retorno por la vía del dividendo. La próxima entrada en el capital de Talgo, a través de un consorcio vasco liderado por Sidenor, es el primer paso en línea con este planteamiento.
La compra del 29,7682% de Talgo en manos del fondo Trilantic, justo al límite del 30% que obliga al lanzamiento de una OPA, se ha visto enturbiada en parte por el proceso judicial al que se enfrenta José Antonio Jainaga, presidente de Sidenor, por la venta de acero a Israel. El Gobierno vasco, que participa en el consorcio a través de su fondo Finkatuz, ha manifestado su respaldo al empresario vasco.
A la espera del cierre de la operación, al precio de 5 euros por título, Talgo tendrá que convocar posteriormente una junta extraordinaria de accionistas en la que exponga su futuro plan industrial y la estrategia para recuperar la distribución de dividendo.
Hasta ahora, la garantía de esta retribución era una de las prioridades de BBK para ampliar su cartera de participadas. Un colchón para garantizar un presupuesto con el que desarrollar su obra social.
La principal vía de ingresos de la fundación que preside Xabier Sagredo es la de Kutxabank, donde es el principal accionista con el 57%. El banco, que mantiene la norma de destinar el 60% de los beneficios a retribuir a los accionistas, en 2024 consiguió un resultado récord de 535,8 millones netos.
BBK, que apostó por mantener su presencia en Kutxabank tras renunciar a vender parte de los títulos o propiciar la salida a Bolsa de la entidad para obtener recursos, quiere diversificar progresivamente sus ingresos. Por la vía de ampliar su cartera de participadas, ahora valorada en 4.700 millones (de ellos 3.600 millones corresponde al banco), y con la intención de extenderla hasta los 7.000 millones. Para lograr durante la próxima década que la obra social pueda financiarse sin la aportación de Kutxabank.
Un repaso a las participadas de BBK desvela que son muy activas en el apartado de dividendos. En el sector de la energía, la fundación tiene menos del 1% de Redeia, que para este año ha garantizado un dividendo mínimo de 0,80 euros por acción. BBK posee una participación similar en Iberdrola, donde Sagredo es miembro de su consejo de administración. La eléctrica ha incrementado un 15% su retribución este año. Gestamp (donde BBK tiene el 3%), mantiene el compromiso de un pay out del 30%.
La fundación también está presente en el capital de CAF, directamente con el 3% más la consolidación que le corresponde por la participación del 10,23% de Kutxabank. El fabricante de trenes y autobuses ha aplicado este año un dividendo del 45% de los beneficios de 2024, cuando ganó 103 millones netos. Y Vidrala (el 1% es de BBK) ha realizado una ampliación gratis de capital de un título nuevo por cada 20 antiguos, además de aumentar un 27% el dividendo este año, hasta 1,59 euros por acción. Por último, Arteche (la fundación tiene el 3%) ha abonado 0,1655 euros por título.
Con estas aportaciones, BBK inicia la citada etapa de entrada en el capital de compañías donde el dividendo se espera a más largo plazo.
Por otro lado, APK2, una de las mayores concesionarias de parkings de España y en la que BBK participa con un 8,7% de su capital, ha decidido trasladar a Bilbao su sede social y fiscal. Un cambio que supone el traslado del equipo directivo a la capital vizcaína, en concreto a unas oficinas en Torre Iberdrola.
En sus próximas operaciones, BBK puede confluir con Indar, la sociedad de Kutxabank dotada con 500 millones para entrar en el capital de empresas que son claves para la economía vasca, y con el fondo Finkatuz del Gobierno vasco, según fuentes del sector.
Actualmente, la fundación vizcaína participa en la fase de ofertas no vinculantes por el grupo de tecnologías de la información Ayesa, antigua Ibermática. En la puja participan además los fondos Blackstone, HIG y CapVest. BBK no ha entrado en la negociación por la compra del 70% del grupo de distribución Uvesco, propietario de las tiendas BM y Super Amara. Tampoco se ha interesado por el fabricante de cadenas marinas Vicinay, que presentó pre concurso de acreedores el verano pasado.
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