Ser bombero en Madrid implica entrar a trabajar sin saber si será posible atender emergencias. Unos salen a atender algún incidente, se les ensucia el traje de protección y ahí termina su jornada laboral, ya que en ocasiones no hay trajes adecuados para sustituirlos. Otras veces, entran a trabajar y los trajes que mandaron a lavar durante su guardia pasada aún no están limpios. Ese es el escenario actual en el cuerpo de emergencias, según denuncian los sindicatos. Aseguran que esa situación ocurre constantemente, pero de manera individual y desapercibida. Sin embargo, hace poco le ocurrió simultáneamente a cinco bomberos que atendieron un incendio en una nave industrial en Parla. “La incidencia ocurrió en una nave de reciclaje de material de imprenta y de plásticos. Es material muy contaminante, con sustancias cancerígenas y que tras estar ahí un montón de horas se vieron contaminados”, cuenta Israel Naveso, portavoz del Sindicato de Bomberos federado en CSIT Unión Profesional. Esa misma noche solicitaron equipos limpios a la Comunidad de Madrid, pero no había de su talla, según ha reconocido la misma Administración, por lo que pasaron más de la mitad de su jornada atendiendo el teléfono.
Los sindicatos denuncian que la Comunidad les ofrece trajes rotos, en mal estado y sin el tallaje adecuado que les impiden salir a la calle a atender emergencias
Ser bombero en Madrid implica entrar a trabajar sin saber si será posible atender emergencias. Unos salen a atender algún incidente, se les ensucia el traje de protección y ahí termina su jornada laboral, ya que en ocasiones no hay trajes adecuados para sustituirlos. Otras veces, entran a trabajar y los trajes que mandaron a lavar durante su guardia pasada aún no están limpios. Ese es el escenario actual en el cuerpo de emergencias, según denuncian los sindicatos. Aseguran que esa situación ocurre constantemente, pero de manera individual y desapercibida. Sin embargo, hace poco le ocurrió simultáneamente a cinco bomberos que atendieron un incendio en una nave industrial en Parla. “La incidencia ocurrió en una nave de reciclaje de material de imprenta y de plásticos. Es material muy contaminante, con sustancias cancerígenas y que tras estar ahí un montón de horas se vieron contaminados”, cuenta Israel Naveso, portavoz del Sindicato de Bomberos federado en CSIT Unión Profesional. Esa misma noche solicitaron equipos limpios a la Comunidad de Madrid, pero no había de su talla, según ha reconocido la misma Administración, por lo que pasaron más de la mitad de su jornada atendiendo el teléfono.
Naveso explica que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga a los trabajadores a que, una vez un traje está contaminado por sustancias peligrosas, se deben enviar a lavar. Esa noche atendieron la emergencia en la nave industrial 20 bomberos, de los cuales cinco solicitaron equipo limpio. “La respuesta del almacén central en Las Rozas fue entregarles otros trajes rotos, en mal estado, sin el tallaje adecuado y menos unidades de las necesarias. Los bomberos se negaron a aceptar dichos equipos ante el riesgo evidente que suponía utilizar material deteriorado”, comenta el portavoz. Y agrega indignado: “Imagínate que después de intervenir en este incendio se produce otro siniestro como un accidente de tráfico y acudimos al rescate de personas que hayan podido quedar atrapadas con estos trajes contaminados con sustancias cancerígenas. Estaríamos perjudicando no solamente la salud de los propios bomberos, sino de las personas a las cuales tenemos que rescatar. Es muy grave”.
La situación obligó a que la media decena de trabajadores quedaran inoperativos a partir de las 20.30 horas, cuando su guardia terminaba a las 9.00 horas. Es decir, en ese horario un camión entero de cinco ocupantes no pudo salir a atender emergencias, según los delegados. “Los compañeros, que en un principio estaban operativos y de primera intervención, se desplazaron a otros parques a hacer funciones de coger el teléfono porque no tenían equipos con los que poder intervenir”, critica Naveso.
Desde la sección sindical de bomberos y bomberas de CC OO de la Comunidad de Madrid coinciden en que esta situación ocurre más de lo que debería. Según dicen, desde hace unos 10 años son conscientes de la importancia de enviar a lavar sus equipos cuando se contaminan, por el bien de los bomberos y los ciudadanos. Eso supuso el aumento de los lavados semanales y, desde entonces, “el sistema no ha funcionado bien”. “Falta de stock de uniformes de sustitución, falta de agilidad en el proceso de descontaminación… todo ello conlleva retrasos que desembocan con frecuencia en situaciones como la vivida recientemente. Hay compañeros que se incorporan a su guardia y no tienen un uniforme de fuego para trabajar. Esto ocurre con mucha frecuencia, aunque no de manera más numerosa en la misma guardia, por eso suele pasar desapercibido”, comunican desde la organización.
Los delegados de CSIF también concuerdan: “Deberíamos tener en el almacén una reposición importante para poder reponer los trajes y como esa reposición no existe, hay que colocar a compañeros a otra ubicación o en clave 0, sin poder trabajar”, resalta Juan Carlos Martínez, responsable sindical. Justo este viernes tres bomberos se quedaron en esa situación, ya que continuaban lavándolos.
La Comunidad de Madrid ha defendido que durante ese evento puntual los bomberos rechazaron los trajes disponibles en el almacén “por no adecuarse a su tallaje”. “Por este motivo, se procedió a incorporarles a otros puestos de atención en emisora en diferentes parques”, indican. Agregan que ante ese escenario se incorporaron en el servicio operativo a otros cinco bomberos debidamente equipados, por lo que “no se perdió en ningún caso operatividad, con una dotación total de 221 bomberos en los 21 parques de la Comunidad de Madrid, por encima de los mínimos diarios exigidos”, argumento que desmienten los sindicatos. No había trajes limpios de todas las tallas, pero desde la Administración insisten en que fue un evento puntual: “¿Ocurre en todas las intervenciones? No”, indica el encargado de prensa.
La situación lleva así años, según los sindicatos. Y las soluciones parecen tardar también años en llegar. En 2023 se aprobó un presupuesto adicional para trajes, pero hasta el pasado mes de noviembre no se adjudicó el contrato de suministro de los 1.800 nuevos trajes de intervención, cuya recepción se prevé para finales del presente año 2025.
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