El brazo inversor de La Caixa, el holding Criteria Caixa, ha descartado definitivamente entrar en el grupo siderúrgico Celsa, según ha avanzado La Vanguardia y ha podido confirmar este diario. Este es el carpetazo final a una negociación que empezó a principios de abril, cuando Criteria anunció su intención de tomar el 20% de la compañía mediante una ampliación de capital; se enfrió dos semanas después cuando el holding aclaró que no había nada cerrado, y se enturbió aún más cuando trascendió que este desencuentro había sido uno de los motivos para que el presidente de Criteria, Isidro Fainé, decidiera cesar a su consejero delegado, Ángel Simón. La Criteria que ahora dirige Francisco Reynés como vicepresidente ejecutivo ha optado por zanjar el asunto descartando definitivamente la entrada en una empresa que busca un socio industrial español para culminar el proceso de reestructuración de su negocio, refinanciar su deuda de más de 1.000 millones de euros y estabilizar su situación financiera.
El brazo inversor de La Caixa se había ofrecido para asumir el 20% de la compañía, pero luego enfrió la negociación
El brazo inversor de La Caixa se había ofrecido para asumir el 20% de la compañía, pero luego enfrió la negociación


El brazo inversor de La Caixa, el holding Criteria Caixa, ha descartado definitivamente entrar en el grupo siderúrgico Celsa, según ha avanzado La Vanguardia y ha podido confirmar este diario. Este es el carpetazo final a una negociación que empezó a principios de abril, cuando Criteria anunció su intención de tomar el 20% de la compañía mediante una ampliación de capital; se enfrió dos semanas después cuando el holding aclaró que no había nada cerrado, y se enturbió aún más cuando trascendió que este desencuentro había sido uno de los motivos para que el presidente de Criteria, Isidro Fainé, decidiera cesar a su consejero delegado, Ángel Simón. La Criteria que ahora dirige Francisco Reynés como vicepresidente ejecutivo ha optado por zanjar el asunto descartando definitivamente la entrada en una empresa que busca un socio industrial español para culminar el proceso de reestructuración de su negocio, refinanciar su deuda de más de 1.000 millones de euros y estabilizar su situación financiera.
La oferta de Criteria llegó como un balón de oxígeno para Celsa. La compañía siderúrgica está en pleno proceso de reestructuración de sus negocios después de que, a finales de 2023, cambiase de manos y la propiedad pasase de la familia fundadora, los Rubiralta, a los fondos acreedores que atesoraban buena parte de la enorme deuda de la siderúrgica, que llegó a ser de 3.000 millones de euros. La compañía había conseguido crecer y situarse en una posición de liderazgo en el sector en Europa a base de endeudarse, y el golpe de la pandemia mostró las costuras de una sociedad demasiado apalancada. Los fondos lograron hacerse con la propiedad de Celsa tras un proceso en el que el juez terminó avalando el plan de reestructuración de los fondos, un plan que consistía en una quita de parte de la deuda que tenían a cambio del 100% de las acciones.
Desde entonces, Celsa, presidida por Rafael Vilaseca, ha emprendido cambios para lograr mayor estabilidad financiera. En este plan se enmarca la venta del negocio británico y nórdico en noviembre del año pasado, y también el proceso de refinanciación de los aproximadamente 1.000 millones de deuda que quedan. Además de la venta de negocios y de la refinanciación, la tercera pata del plan de los fondos es sumar a un inversor industrial español para que le dé estabilidad. Y ahí entraba Criteria.
La etapa de Ángel Simón en Criteria, que duró 15 meses, se caracterizó por una agresiva carrera de compras y participaciones en empresas estratégicas. La entrada en Celsa con un 20% mediante una ampliación de capital encajaba en esta estrategia, ya que Celsa, con 3.500 empleados de forma directa en España y 70.000 trabajadores indirectos en el mundo, es estratégica por ser líder en un sector crucial para la industria. Aún así, la situación financiera de Celsa y las incertidumbres que aún quedan sobre el negocio chocaban con el objetivo último de Criteria, que es nutrir a la Fundación Bancaria La Caixa, única accionista del holding, de los dividendos que saca de sus participadas. Criteria ha declinado por ahora hacer comentarios sobre el carpetazo a la operación. En las cuentas de 2023, la acerera facturó 4.765 millones de euros, obtuvo un resultado bruto de explotación (ebitda) de 440 millones, y registró una deuda de 2.316 millones.
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Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM – El País.
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