Cuando el Villarreal pensó en perderle el respeto al City, Haaland ya había aumentado su racha goleadora en este arranque de temporada. El club amarillo homenajeó en la previa a Rodrigo Hernández, que ya está en el paseo de la fama de La Cerámica y recibió la insignia de oro y brillantes del club. Pero cuando el balón empezó a rodar, los de Marcelino parecieron seguir con el homenaje, porque durante demasiados minutos no se atrevieron a hacer daño al City, que sumaba pases y pases en un rondo infinito mientras Marcelino acumulaba dos líneas de cuatro en la frontal del área propia intentando achicar espacios.
Una alfombra roja que los «citizens» no tardaron en aprovechar. Tocaban y tocaban, en campo contrario, muy cómodos, hasta que Savinho detectó un desmarque por dentro de Rico Lewis, que de primeras y dentro del área prolongó para el punto de penalti, donde estaba Haaland con el cuchillo y el tenedor en las manos para devorar la pelota. Remate a un toque y a la red para monetizar el dominio de los visitantes. Decía Marcelino que la llegada del City debía ser un motivo de alegría por el buen trabajo previo para llegar a la Champions, y que había que disfrutar aunque seguramente tocaría sufrir durante parte del partido. Y sufrió el Villarreal demasiado, casi todo el tiempo en realidad, menos un ratito en la segunda parte, ya bien superada la hora de juego, cuando en pocos minutos remató dos veces con peligro Pepé y otra vez Gueye. La mejor ocasión fue la primera, del delantero amarillo, que aprovechó un error en la salida del City para chutar fuerte desde la frontal del área. Y ahí estaba Donnarumma, inédito hasta ese momento y que sacó bien un disparo que iba algo centrado, en realidad.
Era el momento de tratar de meterse en el partido, cuando Marcelino metió a Moleiro y a Ayoze. Se trataba de incomodar por fin al City, que llevaba ya un mundo con dos goles de ventaja en el marcador. El segundo lo había hecho Bernardo Silva, que remató de cabeza dentro del área otra buena jugada por la derecha, el carril de Savinho. Si el portugués, que no es precisamente un gigante y un portento físico, te cabecea fácil y sin marcaje, algo está funcionando mal y eso le sucedía al Villarreal antes del descanso.
Quizá deslumbrado por el brillo de un campeón de Europa, no se soltó hasta la recta final, cuando los de Guardiola bajaron un poco la precisión de sus pases, y sentían que el partido ya lo tenían en el bolsillo. Thomas Partey cabeceó un córner al palo en lo mejor del Villarreal, pero ya era tarde, muy tarde.
Villarreal- Manchester City: jornada 3 de la fase liga de la Champions League, en vivo online
Haaland y Bernardo Silva llevan al marcador la superioridad de los de Guardiola en La Cerámica. Los amarillos solo se estiraron un poco cuando ya era tarde
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