El aviso rojo por la borrasca ‘Herminia’ se extiende de Galicia a Cantabria y al País Vasco

La borrasca Herminia, que comenzó a azotar España el domingo con sus vientos huracanados, dejará este martes sus últimos latigazos, con un fuerte temporal marítimo en todo el norte del país, donde Cantabria y País Vasco se han sumado al aviso rojo, el máximo, por mala mar que afecta desde el lunes a Galicia. Tras Hermina, el miércoles llegará la borrasca Ivo, nombrada anoche por el Instituto Portugues do Mar e Atmosfera al ser este país el primero al que han afectado sus fuertes vientos. “En este caso, al viento y oleaje muy intensos habrá que añadir la nieve como fenómeno adverso”, subraya en un tuit la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ya que Ivo trae del brazo una masa de aire muy fría de origen polar que hará que nieve a tan solo 500/700 metros. En apenas 10 días, han afectado a España cuatro borrascas profundas: Garoé, Éowyn, Hermina e Ivo. Este último nombre es un derivado del francés Yves y significa tejo, el árbol sagrado de los celtas.

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El balance de ‘Herminia’

Además de dejar un reguero de incidentes y de reducir el precio de la luz a su mínimo desde noviembre, Hermina ha traído mucha agua, mucho viento y temperaturas muy altas. “Entre las 00.00 del domingo día 26 y las 6.00 de este martes, se han recogido 187 litros por metro cuadrado en la localidad de La Estrada (Pontevedra) y 173 en Casas do Porto (A Coruña). Fuera de Galicia, destacan los 154 de Grazalema, (Cádiz) y los 143 de Tornavacas (Cáceres)”, señala Del Campo en el balance meteorológico de la borrasca.

En cuanto a las rachas de viento, “las más significativas” se produjeron la tarde del domingo, con 172 kilómetros por hora en el Mirador del Cable de los Picos de Europa en Cantabria o los 165 en Valdezcaray (La Rioja). Fuera de zonas altas, sobresalen los 154 de Estaca de Bares (A Coruña) y 152 en Ramales de la Victoria (Cantabria). 

Estos vientos desataron un fuerte temporal marítimo. Según datos de Puertos del Estado, los registros de oleaje más destacados del lunes se produjeron en la costa de A Coruña) y fueron 18,17 metros de altura máxima en la boya costera Langosteira, 11,25 en la boya exterior de Estaca de Bares y 11,25 en la de Villano-Sisargas. 

Como estos vientos provenían del oeste y del suroeste, eran cálidos y “dieron lugar a temperaturas claramente por encima de los 25° el lunes en el área mediterránea”, con 28,1° en Murcia, “un registro propio de finales de mayo o de comienzos de junio”, y 27,1º registrados en Valencia, “la temperatura más alta medida en un mes de enero en esta ciudad desde que comenzaron las mediciones en el año 1869″.

 El miércoles llegará ‘Ivo’, la cuarta borrasca profunda que afecta a España en apenas 10 días y que, a diferencia de las anteriores, trae nieve en cotas bajas  

La borrasca Herminia, que comenzó a azotar España el domingo con sus vientos huracanados, dejará este martes sus últimos latigazos, con un fuerte temporal marítimo el norte del país, donde Cantabria y País Vasco se han sumado al aviso rojo, el máximo, por mala mar que afecta desde el lunes a Galicia. Tras Hermina, sin tregua alguna, el miércoles llegará la borrasca Ivo, nombrada anoche por el Instituto Portugues do Mar e Atmosfera al ser este país el primero al que han afectado sus fuertes vientos. “En este caso, al viento y oleaje muy intensos habrá que añadir la nieve como fenómeno adverso”, subraya en un tuit la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ya que Ivo nevará a tan solo 500/700 metros. En apenas 10 días, han afectado a España tres borrascas profundas Garoé, Éowyn, Hermina e Ivo. Este nombre es un derivado del francés Yves y significa tejo, el árbol sagrado de los celtas.

Este martes, según detalla la Aemet en su aviso especial, el viento girará a oeste y su fiereza amainará ligeramente. Sin embargo, aún “se esperan rachas muy fuertes en litorales del Cantábrico, en zonas de montaña, en el tercio este peninsular y en Baleares, sin descartarlas de manera local en el resto” del país. A causa del viento, “el temporal marítimo se mantendrá, pero perderá “algo de intensidad durante el día”.

Además, continuarán las precipitaciones generalizadas, pero tenderán también a remitir por la tarde. La cota de nieve comenzará entre los 800 a 1.000 metros en la mitad norte peninsular, para subir a partir de mediodía, mientras que en la mitad sur se moverán entre los 1.000 y los 1.500 metros. “Se esperan, por tanto, nevadas en los principales sistemas montañosos de la Península así como en zonas aledañas, más probables a primeras horas”, anota la agencia.

En el mapa de avisos, las dos ciudades autónomas y 14 comunidades, es decir toda España menos Canarias, Extremadura y La Rioja, están en alerta. Lo peor son los tres avisos rojos por mala mar que afectan a Galicia, Cantabria y País Vasco, que estarán activos hasta las tres de la tarde por olas de ocho a diez metros. El aviso es naranja, el segundo en una escala de tres, en Andalucía y Asturias, mientras que es amarillo, el mínimo, en Aragón, Baleares, Castilla y León, Castilla-La Mancha. Cataluña, Comunidad de Madrid, Murcia, Navarra, Comunitat Valenciana, Ceuta y Melilla.

El miércoles España dejará de estar bajo la influencia de Herminia, pero “llegará una nueva y profunda borrasca atlántica que se desplazará por el extremo norte peninsular”. Sobre las ocho de la tarde, esta borrasca fue bautizada Ivo, la novena con nombre de esta temporada de nombramientos del equipo meteorológico del suroeste europeo, del que forman parte España, Portugal, Francia, Bélgica y Luxemburgo.

“Se espera que arrecie de nuevo el viento de componente oeste, con rachas muy fuertes en Galicia y el resto de la fachada cantábrica, así como en el sistema Ibérico, en la meseta Norte y en puntos del tercio este peninsular. No se descarta que sean localmente huracanadas ―de más de 120 kilómetros por hora― en zonas de alta montaña de la cordillera Cantábrica y en litorales expuestos del noroeste”, alerta la agencia.

Y, de nuevo, habrá temporal costero en Galicia y el Cantábrico, con olas de seis a ocho metros, así como en Alborán, donde se espera poniente fuerte y oleaje que podría alcanzar los tres y cuatro metros. Las lluvias volverán a ser generalizadas, aunque menos probables cuanto más al este y con mayor persistencia en Galicia, en el oeste del sistema Central y en los Pirineos. “La cota de nieve podrá ascender progresivamente hasta rozar los 1.500 metros, aunque de nuevo al final del día se iniciará una rápida tendencia descendente”, indica Meteorología, que espera que siga nevando en el entorno de los principales sistemas montañosos, con” los acumulados más significativos en la cordillera Cantábrica y el Pirineo occidental”. Habrá aviso en 11 comunidades: Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Navarra, País Vasco y La Rioja.

Y ojo porque el jueves llega la nieve a cotas bajas. Este día es probable que el viento gire a norte e irrumpa en la Península una masa de aire muy fría de origen polar ―lo que no quiere decir en meteorología que provenga del Polo, sino de latitudes más altas que España―. De cumplirse este escenario, “las nevadas pasarían a ser el fenómeno más significativo”.

Según detalla la Aemet, las precipitaciones más importantes “quedarían restringidas al tercio norte peninsular y la cota de nieve podría desplomarse hasta los 500–700 metros, con nevadas copiosas en la cordillera Cantábrica y Pirineos”. Las nevadas también podrían ser significativas, pero con espesores menos importantes, en el resto de zonas de montaña y en puntos de la meseta Norte, donde la probabilidad es menor cuanto más al oeste.

Y seguirán las rachas de viento muy fuertes en la mitad norte peninsular, especialmente en zonas de montaña, en el valle del Ebro y Ampurdán, mientras que el temporal marítimo que se extenderá al Mediterráneo debido al cierzo y a la tramontana. Los avisos se reducirán a ocho comunidades: Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia, País Vasco y Comunitat Valenciana.

A partir del viernes, un descanso, ya que el escenario más probable a”punta a una progresiva disminución de las precipitaciones sobre la Península y, por tanto, de las nevadas”, si bien durante este día “podría aumentar la inestabilidad en el área mediterránea, con chubascos que podrían ser significativos en el entorno de Baleares”.

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