El fútbol muchas veces se explica desde la presión, los errores o la calidad de algunas jugadores, pero en ocasiones se escapa a la lógica. Porque teniendo en cuenta lo que se estaba viendo en Montjuïc, cuando Borja Iglesias marcó su tercer gol de la tarde en el minuto 62 y puso 1-3 al Celta ante el Barcelona, no había muchos argumentos para pensar que iba a suceder lo que sucedió. Desde el orden, el líder no pudo. Desde el caos, dio la vuelta al marcador con dos tantos rápidos de Dani Olmo y Raphinha, y el último del brasileño de un penalti señalado por el VAR.
El marcador final fue 4-3, pero también pudo ser 3-4, porque justo antes de la jugada de la pena máxima, Mingueza tuvo una oportunidad de cabeza clarísima que mandó fuera y en la que también pidió penalti por un manotazo de Szczesny. El señalado de Yoel a Olmo no admite mucha discusión, aunque el Celta se quejó antes de una acción entre Iñigo Martínez y Pablo Durán, en la que el central le agarra un poco siendo el último hombre. El delantero intentó seguir en lugar de irse al suelo. Veteranía pudo con juventud.
El Barcelona recupera los siete puntos de ventaja con el Real Madrid, que mañana se enfrenta al Athletic Club. Para los azulgrana hay varias lecturas. La más evidente es el espíritu que tiene por intentar ganar hasta el final, pero más allá del resultado, también quedó claro que ahora están atravesando un bache de juego. Contra el Leganés ganaron con fortuna, aunque podía ser un día de estar pensando en Europa. Contra el Dortmund perdieron en la vuelta de cuartos, pero podía entenderse que les condicionó el 4-0 de la ida. Esta vez no había excusas y ni el tanto inicial de Ferran Torres supuso una diferencia. El Barça tenía el control del juego, del balón, pero no del partido, porque sufría en las transiciones.
En una de ellas, no tardó Borja Iglesias en empatar, tras aprovechar el pase de Pablo Durán y el error de Szczesny. Midió mal y la pelota pasó para que el delantero sólo tuviera que empujarla. El portero polaco tuvo tiempo de enmendarse, porque antes del descanso paró una situación calcada con Borja, y después un doble remate de Ilaix e Iker Losada. Por contra, los catalanes no tenían claridad y la cadena de pases no servía para superar líneas, mientras que sin Lamine Yamal les faltaba desborde.
El Barcelona volvió a dejar claro que necesita mucha concentración para llevar a cabo el estilo de juego que quiere Flick. El segundo gol de Borja fue por culpa de un fallo de De Jong, que no se entendió con Iñigo Martínez. El neerlandés dejó pasar la pelota y al atacante. No tardó el entrenador azulgrana en meter en el campo a Lamine Yamal y Dani Olmo, y también el Celta en volver a golpear, en otro balón largo, esta vez horriblemente defendido, porque con el equipo tirado muy arriba, el «7» vigués no tenía vigilancias y encaró a Szczesny para batirlo con mucha clase.
El líder estaba al borde del abismo. Es verdad que empezó a notar la presencia de Lamine y Olmo, y a eso se unió que al Celta también le costó gestionar la ventaja. Pasó diez minutos empujado a su área el conjunto gallego y eso fue suficiente para el primer arreón local, con los goles de Dani Olmo, tras una acción milimétrica entre Lewandowski y Raphinha, y del propio brasileño, al cabecear el centro de Lamine. Después de la tempestad llegó de nuevo la calma. El cansancio se empezó a notar tanto en los jugadores visitantes como en los locales, y quizá por eso Yoel entró con demasiada fuerza y golpeó a Olmo para que el Barça terminara la remontada en el añadido de penalti.
FC Barcelona – Celta de Vigo: partido de la jornada 32 de LaLiga EA Sports en vivo, online
El equipo azulgrana perdía 1-3 en el minuto 62, con triplete de Borja Iglesias, pero en la última media hora el líder da la vuelta al resultado con el tanto de Olmo y el doblete de Raphinha
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