
Nuevo capítulo en la guerra abierta entre el cofundador de Ben & Jerry’s, Jerry Greenfield, y la compañía propietaria de la firma, Unilever. Tras el veto de la multinacional a la creación de un helado en apoyo a Palestina, Greenfield ha anunciado a través de X que pondrá en marcha el proyecto de manera paralela, sin el respaldo de Unilever.
El magnate anunció su salida de la compañía el 17 de septiembre, después de numerosos enfrentamientos con su empresa matriz a raíz del conflicto en Gaza
El magnate anunció su salida de la compañía el 17 de septiembre, después de numerosos enfrentamientos con su empresa matriz a raíz del conflicto en Gaza


Nuevo capítulo en la guerra abierta entre el cofundador de Ben & Jerry’s, Jerry Greenfield, y la compañía propietaria de la firma, Unilever. Tras el veto de la multinacional a la creación de un helado en apoyo a Palestina, Greenfield ha anunciado a través de X que pondrá en marcha el proyecto de manera paralela, sin el respaldo de Unilever.
“Unilever/Magnum impidieron que Ben & Jerry’s creara un sabor para Palestina, así que lo hago yo mismo. Estoy elaborando un helado con sabor a sandía que pide la paz permanente en Palestina y busca reparar todo el daño causado allí”, comunicó el empresario en sus redes sociales.
La decisión llega tras su salida de la compañía el pasado 17 de septiembre, después de 47 años y de múltiples enfrentamientos con la empresa matriz, tensiones que se intensificaron por sus diferencias respecto al conflicto en Gaza.
En declaraciones al medio británico The Guardian, Greenfield acusó a Unilever de estar inmersa en un “ataque corporativo a la libertad de expresión”, llegando incluso a afirmar que la matriz “le besa el culo” a Donald Trump.
“Da la impresión de que, desde que Trump fue elegido, todo aquello a lo que se oponga —las medidas a favor de la libertad, la equidad y la inclusión; la historia de los negros en EE. UU.; o la libertad de expresión de los manifestantes— acaba censurado”, aseguró Greenfield, según recoge The Guardian.
Unilever y Ben & Jerry’s han mantenido una relación conflictiva desde 2021, cuando la marca anunció que dejaría de vender sus productos en los territorios ocupados de Cisjordania. Posteriormente, ese negocio fue vendido.
Desde entonces, la compañía ha demandado a su empresa matriz por presuntos intentos de silenciarla y ha calificado el conflicto en Gaza como un “genocidio”, una postura poco común —y arriesgada— para una gran corporación estadounidense. En su carta de despedida, Greenfield también subrayó la importancia de defender valores como la igualdad y los derechos humanos en el contexto político actual de Estados Unidos.
Jerry no es el único afectado por esta estrategia empresarial. En marzo pasado, la matriz destituyó al director ejecutivo de Ben & Jerry’s, Dave Stever, sin la aprobación del consejo de administración, tras su apoyo público a Palestina. Este despido se suma a una serie de movimientos de la empresa destinados a limitar la autonomía de la marca en un año especialmente marcado por el conflicto en Gaza.
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