Existen multitud de anécdotas que están relacionadas con la Copa del Rey. Desde el C.D. Villamuriel, equipo del que es socio el rey Felipe VI desde los ocho años, hasta la curiosa forma de comprar entradas para ver a la Unión Deportiva San Pedro en la Copa del Rey, donde una ferretería se hace cargo de la venta.
Sin embargo, una de las historias más sorprendentes de esta competición sucedió hace más de 20 años, y en ella están involucrados tanto el F.C. Barcelona como el Atlético de Madrid, dos equipos que se verán las caras en las semifinales de la Copa del Rey de la presente edición.
El plantón del F.C. Barcelona al Atlético de Madrid
24 de abril del 2000. El F.C. Barcelona se medía al Atlético de Madrid en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey por un pase a la final. Los colchoneros habían logrado vencer 3-0 en el partido de ida en el Vicente Calderón, por lo que llegaban al Camp Nou con una gran ventaja para lograr la clasificación.
Lo que nadie se esperaba era todo lo que sucedería a continuación. El club blaugrana solicitó a la federación de fútbol el aplazamiento del partido, puesto que contaba con jugadores lesionados y otros se marchaban con sus respectivas selecciones, al tratarse de una fecha reservada en el calendario para los compromisos internacionales. Futbolistas de la talla de Rivaldo, Litmanen, Kluivert o Luis Figo no estaban disponibles, hasta el punto de que tan solo 10 jugadores de campo podían jugar el partido.
Por aquel entonces, Ángel María Villar se encontraba en la presidencia de la Federación, mientras que José Luis Núñez era el presidente del Barcelona. Desde el club trataron hasta el último momento de suspender el partido, pero las continuas negativas de Villar llevaron a que el F.C. Barcelona decidiera no disputar el encuentro.
Los jugadores de Louis Van Gaal, con Pep Guardiola como capitán, saltaron al terreno de juego y protagonizaron una pantomima que no se ha olvidado con el paso de los años. Los 11 jugadores, entre ellos dos porteros, salieron al campo y se colocaron en la línea de banda, momento en el que Pep se dirigió a Santi Denia, capitán de los rojiblancos, y al árbitro para anunciar que no iban a jugar.
«El F.C. Barcelona no puede acceder a que sus jugadores disputen el partido, porque entiende que su convocatoria es nula de pleno derecho; vulnera los derechos deportivos, sociales y económicos del Barcelona; y finalmente porque no puede sumarse a una decisión federativa que entraña la adulteración, desvalorización y desprestigio de una competición oficial, ni puede asumir la responsabilidad de participar en la farsa en que consistiría la disputa de este partido en las condiciones en que lo ha situado la Federación, porque todo ello entrañaría una falta de respeto de respeto al adversario, a los socios, al público, a los patrocinadores y al Rey», aseguraba el comunicado del club tras lo sucedido.
Con esta decisión, el Barcelona quedaba eliminado automáticamente de la competición y el Atlético de Madrid avanzaba a una final que finalmente perdería ante el Espanyol de Barcelona.
Una decisión que trajo consecuencias
Desde la federación se había advertido al club blaugrana que, de cumplir con sus amenazas, habría una sanción sin precedentes. Y así fue. A pesar de los innumerables recursos presentados por el Barcelona a los diferentes comités, la RFEF se mostró tajante con su decisión y sancionó al equipo. El Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) ratificó que el Barça había perdido la eliminatoria, excluyó al club de la siguiente edición de la Copa del Rey y le sancionó con dos millones de pesetas.
No obstante, la sanción no se respetó al 100%. Y es que al año siguiente, el F.C. Barcelona volvió a estar incluido en la competición para sorpresa de muchos. Ángel María Villar fue reelegido como presidente de la RFEF y entre sus medidas de gracia estaba incluir al club blaugrana en el sorteo copero.
A pesar de poder participar, el Barcelona cayó al año siguiente ante el Celta de Vigo en las semifinales.
Un precedente que también es histórico para el Atlético de Madrid
Tras esta extraña clasificación del Atlético de Madrid, los colchoneros no han vuelto a clasificarse a una final teniendo como rival al Barça en semis. Por ello, esta nueva cita le dará la oportunidad al club rojiblanco de repetir aquella gesta, pero esta vez con el balón rodando.
Los del Cholo Simeone llegan al partido después de ganar con un contundente 0-3 al Valencia y tras confirmarse la peor de las noticias: el enfrentamiento en octavos de final de la Champions contra el Real Madrid. El próximo mes del Atlético de Madrid promete estar cargado de emociones, por lo que este partido puede ser un chute de energía para lo que viene.
Mientras, el F.C. Barcelona encara el encuentro después de consolidarse como primer clasificado en liga. Los de Hansi Flick vienen de ganar 0-2 a la Unión Deportiva Las Palmas a domicilio, por lo que pretenden seguir con su racha de victorias.
Otros equipos que decidieron no jugar sus partidos coperos
Además del Barça, existen otros equipos más modestos que decidieron no comparecer en sus encuentros de Copa del Rey. Es el caso del Vecindario y L’Hospitalet, que fueron sancionados por su ausencia en los partidos.
En diciembre de 2001, el Deportivo pasó a los cuartos de final de la Copa del Rey tras la incomparecencia del L’Hospitalet, que se negó a disputar el encuentro de ida de los octavos de final. El equipo catalán se plantó tras la negativa del Deportivo a jugar sobre el césped artificial del campo de L’Hospitalet.
El otro ejemplo se dio en 2007, cuando el Vecindario no acudió a su encuentro ante el Real Unión de Irún asegurando que no habían podido conseguir billetes de avión para volar hasta Bilbao, por lo que el club local logró la clasificación de manera automática.
Los blaugranas decidieron no disputar la vuelta de las semifinales de Copa ante la falta de jugadores
Existen multitud de anécdotas que están relacionadas con la Copa del Rey. Desde el C.D. Villamuriel, equipo del que es socio el rey Felipe VI desde los ocho años, hasta la curiosa forma de comprar entradas para ver a la Unión Deportiva San Pedro en la Copa del Rey, donde una ferretería se hace cargo de la venta.
Sin embargo, una de las historias más sorprendentes de esta competición sucedió hace más de 20 años, y en ella están involucrados tanto el F.C. Barcelona como el Atlético de Madrid, dos equipos que se verán las caras en las semifinales de la Copa del Rey de la presente edición.
El plantón del F.C. Barcelona al Atlético de Madrid
24 de abril del 2000. El F.C. Barcelona se medía al Atlético de Madrid en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey por un pase a la final. Los colchoneros habían logrado vencer 3-0 en el partido de ida en el Vicente Calderón, por lo que llegaban al Camp Nou con una gran ventaja para lograr la clasificación.
Lo que nadie se esperaba era todo lo que sucedería a continuación. El club blaugrana solicitó a la federación de fútbol el aplazamiento del partido, puesto que contaba con jugadores lesionados y otros se marchaban con sus respectivas selecciones, al tratarse de una fecha reservada en el calendario para los compromisos internacionales. Futbolistas de la talla de Rivaldo, Litmanen, Kluivert o Luis Figo no estaban disponibles, hasta el punto de que tan solo 10 jugadores de campo podían jugar el partido.
Por aquel entonces, Ángel María Villar se encontraba en la presidencia de la Federación, mientras que José Luis Núñez era el presidente del Barcelona. Desde el club trataron hasta el último momento de suspender el partido, pero las continuas negativas de Villar llevaron a que el F.C. Barcelona decidiera no disputar el encuentro.
Los jugadores de Louis Van Gaal, con Pep Guardiola como capitán, saltaron al terreno de juego y protagonizaron una pantomima que no se ha olvidado con el paso de los años. Los 11 jugadores, entre ellos dos porteros, salieron al campo y se colocaron en la línea de banda, momento en el que Pep se dirigió a Santi Denia, capitán de los rojiblancos, y al árbitro para anunciar que no iban a jugar.
«El F.C. Barcelona no puede acceder a que sus jugadores disputen el partido, porque entiende que su convocatoria es nula de pleno derecho; vulnera los derechos deportivos, sociales y económicos del Barcelona; y finalmente porque no puede sumarse a una decisión federativa que entraña la adulteración, desvalorización y desprestigio de una competición oficial, ni puede asumir la responsabilidad de participar en la farsa en que consistiría la disputa de este partido en las condiciones en que lo ha situado la Federación, porque todo ello entrañaría una falta de respeto de respeto al adversario, a los socios, al público, a los patrocinadores y al Rey», aseguraba el comunicado del club tras lo sucedido.
Con esta decisión, el Barcelona quedaba eliminado automáticamente de la competición y el Atlético de Madrid avanzaba a una final que finalmente perdería ante el Espanyol de Barcelona.
Una decisión que trajo consecuencias
Desde la federación se había advertido al club blaugrana que, de cumplir con sus amenazas, habría una sanción sin precedentes. Y así fue. A pesar de los innumerables recursos presentados por el Barcelona a los diferentes comités, la RFEF se mostró tajante con su decisión y sancionó al equipo. El Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) ratificó que el Barça había perdido la eliminatoria, excluyó al club de la siguiente edición de la Copa del Rey y le sancionó con dos millones de pesetas.
No obstante, la sanción no se respetó al 100%. Y es que al año siguiente, el F.C. Barcelona volvió a estar incluido en la competición para sorpresa de muchos. Ángel María Villar fue reelegido como presidente de la RFEF y entre sus medidas de gracia estaba incluir al club blaugrana en el sorteo copero.
A pesar de poder participar, el Barcelona cayó al año siguiente ante el Celta de Vigo en las semifinales.
Un precedente que también es histórico para el Atlético de Madrid
Tras esta extraña clasificación del Atlético de Madrid, los colchoneros no han vuelto a clasificarse a una final teniendo como rival al Barça en semis. Por ello, esta nueva cita le dará la oportunidad al club rojiblanco de repetir aquella gesta, pero esta vez con el balón rodando.
Los del Cholo Simeone llegan al partido después de ganar con un contundente 0-3 al Valencia y tras confirmarse la peor de las noticias: el enfrentamiento en octavos de final de la Champions contra el Real Madrid. El próximo mes del Atlético de Madrid promete estar cargado de emociones, por lo que este partido puede ser un chute de energía para lo que viene.
Mientras, el F.C. Barcelona encara el encuentro después de consolidarse como primer clasificado en liga. Los de Hansi Flick vienen de ganar 0-2 a la Unión Deportiva Las Palmas a domicilio, por lo que pretenden seguir con su racha de victorias.
Otros equipos que decidieron no jugar sus partidos coperos
Además del Barça, existen otros equipos más modestos que decidieron no comparecer en sus encuentros de Copa del Rey. Es el caso del Vecindario y L’Hospitalet, que fueron sancionados por su ausencia en los partidos.
En diciembre de 2001, el Deportivo pasó a los cuartos de final de la Copa del Rey tras la incomparecencia del L’Hospitalet, que se negó a disputar el encuentro de ida de los octavos de final. El equipo catalán se plantó tras la negativa del Deportivo a jugar sobre el césped artificial del campo de L’Hospitalet.
El otro ejemplo se dio en 2007, cuando el Vecindario no acudió a su encuentro ante el Real Unión de Irún asegurando que no habían podido conseguir billetes de avión para volar hasta Bilbao, por lo que el club local logró la clasificación de manera automática.
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