El mayor alijo de hachís incautado en 2025 viajaba hacia Almería junto a unas batatas plastificadas

La Policía halló en Almería un camión repleto de fardos de hachís camuflados entre palés de sandías y unos sacos con unas extrañas batatas. En el interior de esos tubérculos, que desde el principio parecieron sospechosos, también había droga. Los agentes tuvieron que golpearlas contra el suelo para que la cobertura crujiera o rajarlas con una navaja para ver lo que había dentro: poliespán y tres pastillas de hachís en cada una.

Este hallazgo fue el momento clave de una investigación que ha acabado con la intervención de 15.300 kilos de hachís en Almería, la mayor incautación de esta droga de este año, y la quinta en el histórico de España, y la detención de ocho personas, entre ellos el conductor y los guardianes del cargamento, que han ingresado en prisión. La droga alcanzaría un valor en el mercado ilegal de 28 millones de euros si se vendiera por kilos y en 104, en el caso de que se haga el cálculo por gramos. Detrás de ese porte había varias organizaciones, según explica el comisario Alberto Morales, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional.

En las pesquisas ha sido “vital” la participación de las autoridades marroquíes y francesas, algo que demuestra la importancia de la cooperación internacional para luchar contra el narcotráfico, según ha informado este jueves la Policía Nacional. Por la parte española, han colaborado las plantillas de Udyco Central, y las Udyco de Málaga, Torremolinos y Almería.

El cargamento llegó a Almería en un camión frigorífico que había salido en ferry desde el puerto de Nador. Los investigados aprovecharon la intensa actividad agrícola en la zona para camuflarse una vez que llegaron a España. En esta ocasión, recurrieron a la provincia almeriense creyendo que encontrarían menos presión policial, consideran fuentes de la investigación. Sin embargo, los encargados de traer el alijo hasta España no tuvieron en cuenta que ya les esperaban.

Los investigadores españoles ya llevaban varias semanas detrás de ellos gracias a una información que les llegó de la Oficina Antiestupefacientes de la Dirección Nacional de la Policía Judicial francesa. Supieron que una organización hispano-marroquí trabajaba para realizar un envío y contaron con la colaboración de la Dirección General de Seguridad Nacional (el cuerpo de policía nacional marroquí, de iniciales DGSN), y las autoridades judiciales de Marruecos.

Una vez que llegó a la provincia almeriense, el camión hizo varios movimientos por la provincia, en los que se cruzó con varios coches, hasta que se introdujo en una nave de un polígono industrial. En ese momento fue cuando los agentes establecieron un dispositivo en el que abrieron el remolque y encontraron el cargamento de hachís.

Los grandes fardos de hachís, de diferentes tamaños, tenían escritas numerosas inscripciones, como DANK, M10, B66 o PAL2, estas denominaciones no están vinculadas a los compradores, como ocurre con los cargamentos de cocaína, sino que pueden estar relacionadas con los productores o las cosechas de la droga, explican fuentes consultadas.