Un día después de que Francia colocara 10.000 millones de euros en un bono sindicado con vencimiento en 2042, en una operación que recibió una demanda récord de 134.000 millones de euros y que llega tras meses de turbulencias sobre la deuda francesa por la inestabilidad política, este miércoles es el turno del Tesoro español. El organismo que dirige Paula Conthe dio este martes mandato a BBVA, Crédit Agricole, Deutsche Bank, JP Morgan, Morgan Stanley y Santander para ejecutar la tradicional colocación de deuda a 10 años de comienzos de año.
No hay objetivos de colocación pero lo habitual es captar entre 10.000 y 15.000 millones
Un día después de que Francia colocara 10.000 millones de euros en un bono sindicado con vencimiento en 2042, en una operación que recibió una demanda récord de 134.000 millones de euros y que llega tras meses de turbulencias sobre la deuda francesa por la inestabilidad política, este miércoles es el turno del Tesoro español. El organismo que dirige Paula Conthe dio este martes mandato a BBVA, Crédit Agricole, Deutsche Bank, JP Morgan, Morgan Stanley y Santander para ejecutar la tradicional colocación de deuda a 10 años de comienzos de año.
El nuevo bono servirá servirá de marco para calcular la prima de riesgo a partir de ahora vencerá en abril de 2035, frente a la actual que lo hace en abril de 2034. La operación ha abierto libros con un diferencial de 8 puntos básicos sobre la actual referencia española, que se sitúa en el 3,45% y con una demanda de más de 110.000 millones de euros. Aunque no existe un objetivo de colocación, lo habitual en este tipo de operaciones es captar entre 10.000 y 15.000 millones. En la operación de hace justo un año el Tesoro logró adjudicar 15.000 millones de euros, si bien las órdenes de compra alcanzaron los 138.000 millones.
El Tesoro ha optado por retrasar esta subasta unas jornadas ante las fuertes ventas registradas en el mercado de bonos, que han elevado la rentabilidad de la deuda soberana, y las fuertes colocaciones de papel que han ejecutado en las primeras jornadas del año tanto empresas como gobiernos. entre el 7 y el 10 de enero gobiernos y agencias vendieron deuda por valor de 68.000 millones.
La emisión sindicada de comienzos de año es el primer paso para cumplir los objetivos de financiación para 2025, un ejercicio en el que el Tesoro prevé unas emisiones netas de 60.000 millones, superior a los 55.000 millones del pasado ejercicio. El incremento tiene su origen en las ayudas para la reconstrucción del desastre generado por la dana el pasado octubre. Además de ayudar a la reconstrucción, el Tesoro acelera la captación de recursos para relanzar la economía y ser más sostenibles. Tal y como aseguró Paula Conthe en una entrevista con El País, la prioridad del Gobierno es lograr financiación accesible y lo más rápido posible para reducir el riesgo. Junto a la ayuda a los damnificados, el Tesoro busca contar con un colchón que le permita reaccionar a posibles imprevistos, como por ejemplo el cumplir con las exigencias de aumentar el gasto en defensa. En paralelo a los esfuerzos de cada estado está la posibilidad de que la Unión Europea emita deuda conjunta a imagen y semejanza de lo que realizó durante la pandemia. Conthe ha reconocido que en Bruselas hay unanimidad generalizada y que en el ámbito de la defensa ya se habla con total normalidad de la idea de emisiones conjuntas de deuda.
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