El PSG sacó de centro en el arranque del partido que le enfrentaba al Atlético de Madrid, el estreno de ambos en el Mundial de Clubes, y lo hizo de una forma pocas veces vista: tiró directamente un pelotazo hacia delante, pero no buscando la portería de Oblak, sino en dirección a una banda.
Se ha visto pocas veces algo así, pero se ha visto, porque el propio PSG ya lo hizo, por ejemplo, en la final de la Champions contra el Inter de Milán, que terminó goleando por 5-0.
Es el último invento de Luis Enrique: arrinconar al rival en un costado, intentando que tenga que sacar de banda, para poder presionarle bien ahí y recuperar la pelota en zona de peligro. Precisamente esa presión fue una de las claves de la superioridad del conjunto galo ante el Atlético en la primera parte del encuentro disputado en Los Ángeles. No pudo jugar el conjunto del Cholo, muy encerrado y sin posibilidad de contragolpear. Sólo tiró una vez a portería en esos 45 minutos, y a la vuelta de esa única ocasión marcó el PSG el segundo.
El saque de centro de Vitinha puede considerarse una renuncia a tener la pelota, pero la primera mitad acabó con el PSG teniendo la pelota el 71 por ciento del tiempo. Lo más curioso es que en la segunda parte, cuando le tocaba sacar al Atlético, le copió la idea…
El centrocampista portugués ya lo hizo en la final de la Champions contra el Inter de Milán. El Atlético hizo lo mismo cuando le tocó poner el balón en juego en la segunda parte
El PSG sacó de centro en el arranque del partido que le enfrentaba al Atlético de Madrid, el estreno de ambos en el Mundial de Clubes, y lo hizo de una forma pocas veces vista: tiró directamente un pelotazo hacia delante, pero no buscando la portería de Oblak, sino en dirección a una banda.
Se ha visto pocas veces algo así, pero se ha visto, porque el propio PSG ya lo hizo, por ejemplo, en la final de la Champions contra el Inter de Milán, que terminó goleando por 5-0.
Es el último invento de Luis Enrique: arrinconar al rival en un costado, intentando que tenga que sacar de banda, para poder presionarle bien ahí y recuperar la pelota en zona de peligro. Precisamente esa presión fue una de las claves de la superioridad del conjunto galo ante el Atlético en la primera parte del encuentro disputado en Los Ángeles. No pudo jugar el conjunto del Cholo, muy encerrado y sin posibilidad de contragolpear. Sólo tiró una vez a portería en esos 45 minutos, y a la vuelta de esa única ocasión marcó el PSG el segundo.
El saque de centro de Vitinha puede considerarse una renuncia a tener la pelota, pero la primera mitad acabó con el PSG teniendo la pelota el 71 por ciento del tiempo. Lo más curioso es que en la segunda parte, cuando le tocaba sacar al Atlético, le copió la idea…
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