Países Bajos amanece dividido y expectante. La última proyección provisional de la agencia nacional ANP, con casi el 98% de los votos escrutados, muestra un empate técnico entre el partido liberal progresista Demócratas 66 (D66), liderado por Rob Jetten y la ultraderecha del Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders, ambos con 26 escaños.
La diferencia, de apenas 2.300 votos a favor del D66, mantiene en suspenso quién tendrá la prioridad para inciar las negociaciones de coalición, en un país acostumbrado a gobiernos multipartidistas, pero no a márgenes tan estrechos.
El resultado representa una remontada histórica para D66, que pasa de 9 a 26 escaños y consolida su posición como principal fuerza del centroizquierda. En cambio, el PVV de Wilders sufre un duro retroceso, al perder 11 de los 37 escaños que había conquistado en los anteriores comicios. «El pueblo ha hablado, pero aún no está todo dicho», escribió Wilders en la red social X, advirtiendo que «no permitirá que D66 inicie conversaciones» mientras no haya una confirmación del 100% de los resultados oficiales. «Haremos todo lo posible para evitarlo«, añadió.
De PVV wil het voortouw bij de formatie als we de grootste zouden worden. Zolang daar geen 100% helderheid over is kan er geen verkenner van D66 aan de slag. We zullen alles doen om dit te voorkomen. #PVVOP1
— Geert Wilders (@geertwilderspvv) October 30, 2025
El D66 ha cimentado su avance en las principales ciudades neerlandesas, imponiéndose en Róterdam, La Haya, Utrecht, Tilburg y Groninga, y sumando también fuerza en Ámsterdam, donde registra el 23,4% de los sufragios con un 80% del recuento completado. En contraste, el PVV resiste en sus bastiones tradicionales del sur, especialmente en Limburgo, aunque con pérdidas notables: en Venlo, ciudad natal de Wilders, su apoyo ha caído del 36% al 27%.
Aún faltan por contabilizar los votos de varios municipios pequeños, el voto en el extranjero y el de los territorios caribeños de Bonaire, San Eustaquio y Saba, tradicionalmente más inclinados hacia el D66, lo que podría reforzar su ventaja en el recuento final.
El tablero político: ganadores, perdedores y dimisiones
Mientras D66 y PVV se disputan el liderazgo, el resto del Parlamento neerlandés también refleja un escenario de fragmentación sin precedentes. El bloque de ecologistas y socialdemócratas GroenLinks-PvdA se mantiene con 20 escaños, tras la renuncia anoche de su líder, Frans Timmermans, quien reconoció estar «sumamente decepcionado» con el resultado. «Asumo toda la responsabilidad. Cierro la puerta sabiendo que hay un movimiento que seguirá luchando por unos Países Bajos sociales y solidarios«, declaró el exvicepresidente de la Comisión Europea.
El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), del ala liberal conservadora encabezada por Dilan Yesilgöz, retrocede a 22 escaños, mientras que los democristianos del CDA, liderados por Henri Bontenbal, suben a 18. El euroescéptico JA21 sorprende con 9 escaños y el movimiento agrario BBB se queda con 4, tras perder tres respecto a 2023.
Por su parte, partidos menores como el Socialista (SP), Denk, Partido por los Animales (PvdD) y el SGP obtienen 3 cada uno, mientras que 50Plus suma 2 y Volt conserva 1. El gran derrotado de la jornada es el centrista NSC, que desaparece del Parlamento tras haber logrado 20 escaños hace apenas dos años.
La participación electoral alcanzó el 78,4% ligeramente superior a la de 2023, confirmando el alto nivel de implicación ciudadana en unos comicios que ya se perfilan como los más reñidos en la historia reciente del país. De acuerdo con ANP, la diferencia entre los dos partidos más votados no había sido tan pequeña desde 1956, año en el que la Cámara neerlandesa pasó a tener 150 escaños.
El Consejo Electoral validará los resultados la próxima semana, pero el panorama político neerlandés ya apunta a una negociación compleja y prolongada. Mientras Rob Jetten celebra “la victoria de las fuerzas positivas” y se muestra dispuesto a dialogar con VVD, CDA y GroenLinks-PvdA para formar un gobierno estable, Geert Wilders se aferra a la mínima diferencia para mantener vivo su discurso populista.
El partido liberal progresista D66 y la formación ultraderechista PVV de Geert Wilders empatan a 26 escaños en unas elecciones sin un ganador claro
Países Bajos amanece dividido y expectante. La última proyección provisional de la agencia nacional ANP, con casi el 98% de los votos escrutados, muestra un empate técnico entre el partido liberal progresista Demócratas 66 (D66), liderado por Rob Jetten y la ultraderecha del Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders, ambos con 26 escaños.
La diferencia, de apenas 2.300 votos a favor del D66, mantiene en suspenso quién tendrá la prioridad para inciar las negociaciones de coalición, en un país acostumbrado a gobiernos multipartidistas, pero no a márgenes tan estrechos.
El resultado representa una remontada histórica para D66, que pasa de 9 a 26 escaños y consolida su posición como principal fuerza del centroizquierda. En cambio, el PVV de Wilders sufre un duro retroceso, al perder 11 de los 37 escaños que había conquistado en los anteriores comicios. «El pueblo ha hablado, pero aún no está todo dicho», escribió Wilders en la red social X, advirtiendo que «no permitirá que D66 inicie conversaciones» mientras no haya una confirmación del 100% de los resultados oficiales. «Haremos todo lo posible para evitarlo«, añadió.
De PVV wil het voortouw bij de formatie als we de grootste zouden worden. Zolang daar geen 100% helderheid over is kan er geen verkenner van D66 aan de slag. We zullen alles doen om dit te voorkomen. #PVVOP1
— Geert Wilders (@geertwilderspvv) October 30, 2025
El D66 ha cimentado su avance en las principales ciudades neerlandesas, imponiéndose en Róterdam, La Haya, Utrecht, Tilburg y Groninga, y sumando también fuerza en Ámsterdam, donde registra el 23,4% de los sufragios con un 80% del recuento completado. En contraste, el PVV resiste en sus bastiones tradicionales del sur, especialmente en Limburgo, aunque con pérdidas notables: en Venlo, ciudad natal de Wilders, su apoyo ha caído del 36% al 27%.
Aún faltan por contabilizar los votos de varios municipios pequeños, el voto en el extranjero y el de los territorios caribeños de Bonaire, San Eustaquio y Saba, tradicionalmente más inclinados hacia el D66, lo que podría reforzar su ventaja en el recuento final.
El tablero político: ganadores, perdedores y dimisiones
Mientras D66 y PVV se disputan el liderazgo, el resto del Parlamento neerlandés también refleja un escenario de fragmentación sin precedentes. El bloque de ecologistas y socialdemócratas GroenLinks-PvdA se mantiene con 20 escaños, tras la renuncia anoche de su líder, Frans Timmermans, quien reconoció estar «sumamente decepcionado» con el resultado. «Asumo toda la responsabilidad. Cierro la puerta sabiendo que hay un movimiento que seguirá luchando por unos Países Bajos sociales y solidarios«, declaró el exvicepresidente de la Comisión Europea.
El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), del ala liberal conservadora encabezada por Dilan Yesilgöz, retrocede a 22 escaños, mientras que los democristianos del CDA, liderados por Henri Bontenbal, suben a 18. El euroescéptico JA21 sorprende con 9 escaños y el movimiento agrario BBB se queda con 4, tras perder tres respecto a 2023.
Por su parte, partidos menores como el Socialista (SP), Denk, Partido por los Animales (PvdD) y el SGP obtienen 3 cada uno, mientras que 50Plus suma 2 y Volt conserva 1. El gran derrotado de la jornada es el centrista NSC, que desaparece del Parlamento tras haber logrado 20 escaños hace apenas dos años.
La participación electoral alcanzó el 78,4% ligeramente superior a la de 2023, confirmando el alto nivel de implicación ciudadana en unos comicios que ya se perfilan como los más reñidos en la historia reciente del país. De acuerdo con ANP, la diferencia entre los dos partidos más votados no había sido tan pequeña desde 1956, año en el que la Cámara neerlandesa pasó a tener 150 escaños.
El Consejo Electoral validará los resultados la próxima semana, pero el panorama político neerlandés ya apunta a una negociación compleja y prolongada. Mientras Rob Jetten celebra “la victoria de las fuerzas positivas” y se muestra dispuesto a dialogar con VVD, CDA y GroenLinks-PvdA para formar un gobierno estable, Geert Wilders se aferra a la mínima diferencia para mantener vivo su discurso populista.
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