GMP, la inmobiliaria de la familia Montoro y del fondo soberano de Singapur, entra en el negocio del ‘flex living’

GMP, sociedad cotizada de la familia Montoro Alemán y del fondo soberano de Singapur GIC, diversifica el negocio. Esta inmobiliaria, tradicionalmente centrada en la propiedad de edificios de oficinas, ha entrado en la actividad conocida como flex living, inmuebles de vivienda en alquiler destinados a media estancia (hasta 12 meses).

Esta sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario (socimi) ha adquirido un edificio de 285 viviendas (estudios y apartamentos de uno y dos dormitorios) y 204 plazas de garaje.

La operación, en la que GMP ha estado asesorada por EY, se ha articulado a través de la compra de la sociedad Bext Vallecas a Bext Space, la joint venture de los fondos M&G Investment y Stoneweg, informó la socimi este jueves en un comunicado.

De esta forma, GMP “entra en un sector emergente y con un alto potencial de crecimiento en España, e inicia la ampliación y diversificación de su negocio patrimonialista tradicional”, se apunta en el comunicado. Desde la empresa se explica que esta actividad de alquileres a medio plazo está impulsada por la creciente demanda de soluciones residenciales temporales y flexibles. Además, la inmobiliaria informó que está avanzando en la incorporación de otros productos de flex living a través de desarrollos propios en su cartera de suelo de Sanchinarro y Valdebebas en Madrid, así como explorando nuevas adquisiciones.

“La incorporación de este edificio a nuestra cartera de inmuebles constituye un hito en la historia de GMP, ya que marca la entrada del grupo en una nueva categoría y representa un paso relevante en la diversificación de nuestro modelo patrimonialista, históricamente enfocado en el segmento de edificios de oficinas y parques empresariales”, asevera Xabier Barrondo, director general de negocio de la inmobiliaria.

Esta compañía es uno de los principales dueños de inmuebles de oficinas en Madrid, en zonas como el distrito financiero Azca, y cuenta con una cartera de 2.375 millones, valorada a finales de 2024. Es propietaria de edificios icónicos como, por ejemplo, la antigua sede de BBVA en Castellana 77 de Madrid.

Recientemente engordó su cartera de oficinas al adquirir en Madrid la sede de la ingeniería Idom en el barrio de Montecarmelo y la torre de oficinas del número ocho de la calle de Titán, en el barrio madrileño de Méndez Álvaro. Ambos activos los compró, con meses de diferencia, a Grosvenor, la sociedad británica de Hugh Grosvenor, duque de Westminster.