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La hora de la verdad para Juan Ayuso

La temporada ciclista 2026 que arranca oficialmente dentro de varios días tiene un aliciente especial para el deporte español, y es ver si Juan Ayuso está ya listo para dar el salto y convertirse en un candidato a ganar una gran vuelta. O, mejor dicho, la gran vuelta. El joven alicantino de 23 años afrontará por primera vez el Tour de Francia como jefe de filas tras su mediático fichaje por el Lidl-Trek, cerrando así su etapa en el UAE-Emirates.

Para Ayuso es, en primer lugar, una liberación. Pero también la mayor prueba a la que se ha enfrentado hasta ahora. En sus anteriores apariciones en carreras de tres semanas había ido como gregario o compartiendo liderazgo en un equipo bicéfalo, bien fuese con Joao Almeida o Isaac Del Toro. Esta vez tendrá a todo un equipo trabajando para él.

Y, ojo, no es un equipo cualquiera. El Lidl-Trek lleva varios años en una dinámica ascendente y ya está llamando a la puerta de la cima del ciclismo. A día de hoy se puede considerar ya, junto con el RedBull-Bora-Hansgrohe, como el tercero en discordia detrás del UAE y el Visma-Lease a Bike, que tienen a los dos grandes ‘monstruos’ del ciclismo actual en las grandes vueltas. La idea de la estructura de origen italoamericano que dirige Luca Guercilena es ponerse al par de ambos, y lo tienen muy claro.

Lo dijo, por ejemplo, Josu Larrazabal, uno de los directores de la escuadra, en una entrevista a ‘Marca’. Asegura que tienen la estructura necesaria y la intención real de ir a ganar el Tour, y que la llegada de Ayuso ha “relanzado las expectativas” para lograrlo. O Carlos Verona, que asegura ver a su nuevo compañero como “un ganador del Tour de aquí a tres o cinco años”. Lo que quiere decir que en su nueva casa están convencidos de que es el hombre indicado para lograrlo.

Para el deporte español también sería una hazaña, y es que empieza a hacer demasiado tiempo desde que se ganó el último. Fue Alberto Contador en 2009, lo que significa que ya hay varias generaciones de niños que han crecido sin ver a uno de nuestros ciclistas de amarillo en París, algo que en las dos décadas anteriores se había convertido casi en costumbre, entre los años dorados de Indurain y, después, la sucesión de triunfos entre Pereiro, Carlos Sastre y el propio Contador.

El problema es que, al menos hasta ahora, Ayuso ha demostrado ser tan brillante como inconsistente. Capaz de ganar etapas en Giro y Vuelta o de subir el Galibier junto a Pogacar, pero también de desconectarse de la carrera con demasiada facilidad en momentos clave. Y ese será el principal aspecto a trabajar. No cabe duda de que la calidad necesaria la tiene en las piernas, pero en el ciclismo hay más factores en juego y la mentalidad es uno de ellos.

Sea como fuere, el joven corredor alicantino ya atesora un palmarés enorme a su edad. Un total de 16 victorias, la mitad conseguidas en 2025. Dos etapas en LaVuelta, otra en el Giro, la general de la Tirreno-Adriatico, una etapa en la Volta a Catalunya que peleó hasta el final -y perdió por poco- contra Primoz Roglic. En definitiva, números e historial de ciclista grande. Y, sin embargo, persiste la sensación de que tiene un techo mucho más alto. Quizás este cambio al Lidl-Trek sea el espaldarazo para situarse en el lugar que por condiciones y talento le pertenece, que no es otro que el escalón más alto del ciclismo mundial en la actualidad. Y, a partir de él, empezar a entrar en la historia.

 El joven corredor español irá en 2026 al Tour de Francia, esta vez como jefe de filas y con todo el equipo Lidl-Trek a su disposición  

La temporada ciclista 2026 que arranca oficialmente dentro de varios días tiene un aliciente especial para el deporte español, y es ver si Juan Ayuso está ya listo para dar el salto y convertirse en un candidato a ganar una gran vuelta. O, mejor dicho, la gran vuelta. El joven alicantino de 23 años afrontará por primera vez el Tour de Francia como jefe de filas tras su mediático fichaje por el Lidl-Trek, cerrando así su etapa en el UAE-Emirates.

Para Ayuso es, en primer lugar, una liberación. Pero también la mayor prueba a la que se ha enfrentado hasta ahora. En sus anteriores apariciones en carreras de tres semanas había ido como gregario o compartiendo liderazgo en un equipo bicéfalo, bien fuese con Joao Almeida o Isaac Del Toro. Esta vez tendrá a todo un equipo trabajando para él.

Y, ojo, no es un equipo cualquiera. El Lidl-Trek lleva varios años en una dinámica ascendente y ya está llamando a la puerta de la cima del ciclismo. A día de hoy se puede considerar ya, junto con el RedBull-Bora-Hansgrohe, como el tercero en discordia detrás del UAE y el Visma-Lease a Bike, que tienen a los dos grandes ‘monstruos’ del ciclismo actual en las grandes vueltas. La idea de la estructura de origen italoamericano que dirige Luca Guercilena es ponerse al par de ambos, y lo tienen muy claro.

Lo dijo, por ejemplo, Josu Larrazabal, uno de los directores de la escuadra, en una entrevista a ‘Marca’. Asegura que tienen la estructura necesaria y la intención real de ir a ganar el Tour, y que la llegada de Ayuso ha “relanzado las expectativas” para lograrlo. O Carlos Verona, que asegura ver a su nuevo compañero como “un ganador del Tour de aquí a tres o cinco años”. Lo que quiere decir que en su nueva casa están convencidos de que es el hombre indicado para lograrlo.

Para el deporte español también sería una hazaña, y es que empieza a hacer demasiado tiempo desde que se ganó el último. Fue Alberto Contador en 2009, lo que significa que ya hay varias generaciones de niños que han crecido sin ver a uno de nuestros ciclistas de amarillo en París, algo que en las dos décadas anteriores se había convertido casi en costumbre, entre los años dorados de Indurain y, después, la sucesión de triunfos entre Pereiro, Carlos Sastre y el propio Contador.

El problema es que, al menos hasta ahora, Ayuso ha demostrado ser tan brillante como inconsistente. Capaz de ganar etapas en Giro y Vuelta o de subir el Galibier junto a Pogacar, pero también de desconectarse de la carrera con demasiada facilidad en momentos clave. Y ese será el principal aspecto a trabajar. No cabe duda de que la calidad necesaria la tiene en las piernas, pero en el ciclismo hay más factores en juego y la mentalidad es uno de ellos.

Sea como fuere, el joven corredor alicantino ya atesora un palmarés enorme a su edad. Un total de 16 victorias, la mitad conseguidas en 2025. Dos etapas en LaVuelta, otra en el Giro, la general de la Tirreno-Adriatico, una etapa en la Volta a Catalunya que peleó hasta el final -y perdió por poco- contra Primoz Roglic. En definitiva, números e historial de ciclista grande. Y, sin embargo, persiste la sensación de que tiene un techo mucho más alto. Quizás este cambio al Lidl-Trek sea el espaldarazo para situarse en el lugar que por condiciones y talento le pertenece, que no es otro que el escalón más alto del ciclismo mundial en la actualidad. Y, a partir de él, empezar a entrar en la historia.

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