La Iglesia española no entierra el hacha de guerra con el Gobierno. La Conferencia Episcopal Española (CEE) y la archidiócesis de Madrid han difundido un comunicado este miércoles donde critican que el Gobierno no haya tenido en cuenta a los obispos para redactar el Concurso de proyectos del memorial de Cuelgamuros, el primer paso para la resignificación del Valle de los Caídos. El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana publicó este lunes las bases del certamen, cuyo objetivo es convertir el conjunto monumental y religioso en una herramienta para la memoria y la conciliación de los españoles tras las consecuencias de la Guerra Civil española y la dictadura franquista. El ministerio ha explicado que la iniciativa está inspirada en otras intervenciones internacionales, como el Memorial al Holocausto de Berlín, escenario de “aprendizaje, encuentro y proyección hacia el futuro”.
Los obispos afean al Ejecutivo tomar iniciativas “lanzando un concurso de ideas” sin contar con ellos, “por si no se respetan los espacios y la sensibilidad religiosa”
Los obispos afean al Ejecutivo tomar iniciativas “lanzando un concurso de ideas” sin contar con ellos, “por si no se respetan los espacios y la sensibilidad religiosa”


La Iglesia española no entierra el hacha de guerra con el Gobierno. La Conferencia Episcopal Española (CEE) y la archidiócesis de Madrid han difundido un comunicado este miércoles donde critican que el Gobierno no haya tenido en cuenta a los obispos para redactar el Concurso de proyectos del memorial de Cuelgamuros, el primer paso para la resignificación del Valle de los Caídos. El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana publicó este lunes las bases del certamen, cuyo objetivo es convertir el conjunto monumental y religioso en una herramienta para la memoria y la conciliación de los españoles tras las consecuencias de la Guerra Civil española y la dictadura franquista. El ministerio ha explicado que la iniciativa está inspirada en otras intervenciones internacionales, como el Memorial al Holocausto de Berlín, escenario de “aprendizaje, encuentro y proyección hacia el futuro”.
“El Gobierno toma la iniciativa lanzando un concurso de ideas sin contar con la Iglesia acerca de los pormenores o cuestiones que deberían ser concretadas con anterioridad, por si no se respetan los espacios y la sensibilidad religiosa”, se lee en el comunicado de la CEE y del obispado madrileño, con faltas de ortografía y lanzado a las 19.00 horas de este Miércoles Santo. La jerarquía eclesial ha subrayado en el documento que “la Iglesia católica nunca ha sido promotora ni impulsora de las actividades de resignificación que el Gobierno de España quiere llevar a cabo en el Valle” y afea al Ejecutivo que, “una vez más” ha tomado “una iniciativa sin resolver cuestiones previas que afectan al concurso que presentan y que deberían ser aclaradas con anterioridad”. Los purpurados españoles advierten de que las reuniones entre el Gobierno y la Santa Sede, y el intercambio de “notas pro memoria”, ha sentado “unos principios que han de ser respetados por ambas partes”.
Entre estos acuerdos está el del mantenimiento de la basílica y las capillas y de sus signos religiosos. También que las “intervenciones de carácter artístico y museográfico” deben respetar los espacios litúrgicos, y que haya un acceso independiente desde la entrada principal exterior de la basílica hasta el lugar en que se celebran los sacramentos. Del mismo modo, tanto el Gobierno como la Iglesia acordaron que la comunidad benedictina continuará allí, encargándose “del servicio litúrgico de la basílica, la hospedería y la escolanía”.
En su escrito, los mandos eclesiásticos han recordado que se estableció “que una persona propuesta por la Iglesia Católica revisará el proyecto final ganador del concurso antes de su ejecución para asegurar que los acuerdos son respetados y las intervenciones son acordes con las normas litúrgicas”. Y también ha remarcado que “lo apropiado” a la aprobación del concurso es que “estuviera acordado con la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, responsable histórica del lugar y propietaria del espacio en el que se va a intervenir”.
La gestión sobre el Valle de Cuelgamuros ha abierto una pequeña crisis dentro del episcopado español. En la última plenaria de este abril, donde se han reunido en Madrid todos los obispos, un centenar de manifestantes se han congregado en la sede de la CEE para atar el acuerdo de desacralizar el complejo. Cargados con banderas y pancartas, han arremetido con frases como: “Obispos, traidores, sois profanadores”. Lo cierto es que aún existe una división en la jerarquía eclesial ―varios dejan ver sin pudor en sus declaraciones cierta nostalgia por el franquismo― y entre las numerosas asociaciones cristianas. Algunas como Hazte Oír o Comunión Tradicionalista Carlista impulsan campañas y concentraciones en redes sociales para “la reconversión de España”, “la abolición del aborto” o para “la defensa de la Cruz del Valle” y apoyar a los “pastores [obispos y sacerdotes afines al discurso ultra] que están reprimiendo el ataque de los lobos”.
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Sobre la firma

Periodista de Casar de Cáceres. Escribe en EL PAÍS sobre tribunales. Desde 2018 y hasta la actualidad investiga el escándalo de la pederastia en la Iglesia, trabajo que en 2022 obtuvo el Premio de Periodismo Ortega y Gasset.
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