Las costas españolas rozan ya el overbooking. Con la llegada del calor, se repiten las estampas clásicas del verano: playas a rebosar, sombrillas plantadas como banderas y miles de turistas entregados al sol. Pero entre tanta postal veraniega, ha irrumpido un visitante mucho menos bienvenido. No trae maletas ni crema solar, sino tentáculos urticantes y una fama que le precede: el clavel del mar, una de las medusas más temidas del Mediterráneo, ya se deja ver cerca de la orilla.
También conocida como medusa luminiscente, esta especie se ha avistado hasta en cinco ocasiones a lo largo de la costa malagueña del 12 al 17 de junio, desde la playa de Calahonda hasta Torre del Mar, según los registros de la aplicación Medusapp.
El poder de la bioluminiscencia
Esta medusa, cuyo nombre científico es Pelagia noctiluca, destaca por su capacidad de bioluminiscencia, que le permite emitir destellos de luz azulada cuando se siente amenazada o durante su desplazamiento.
Su cuerpo gelatinoso y semitransparente mide entre 3 y 12 centímetros de diámetro y está compuesto principalmente por agua, lo que le confiere una textura delicada y casi etérea. Posee tentáculos largos, que pueden alcanzar hasta varios metros, con los que captura a sus presas, principalmente pequeños peces y plancton, mediante células urticantes llamadas cnidocitos.
Aunque su belleza luminosa puede resultar fascinante para los bañistas, es importante recalcar que su picadura puede causar irritación en la piel, produciendo desde leves molestias hasta reacciones alérgicas en personas más sensibles. Además, «a causa de sus largos tentáculos pueden causar picaduras desde largas distancias, por lo que muchas veces se recibe la picadura sin ver al ejemplar causante», explican desde la Diputación Provincial de Málaga.
¿Por qué está siendo vista más a menudo?
Su presencia en la costa malagueña durante estos días de junio podría estar relacionada con corrientes marinas y condiciones específicas de temperatura y salinidad, que favorecen su desplazamiento hacia aguas costeras.
Aunque su aparición no es extraordinaria, la repetición de avistamientos en un periodo corto y en varias playas puede reflejar una serie de factores ambientales derivados del cambio climático.
¿Qué hacer si te pica esta medusa?
Ante una picadura de Pelagia noctiluca, lo primero es salir del agua con calma para evitar que el dolor o la reacción empeoren. Es importante no frotar la zona afectada, ya que esto puede activar más cnidocitos (las células urticantes).
Lo recomendable es enjuagar la zona con agua salada, nunca con agua dulce, ya que esta puede intensificar la liberación de toxinas. También es útil aplicar compresas frías (no hielo directamente sobre la piel) para aliviar el dolor. En algunos casos, se puede utilizar vinagre para neutralizar los restos de tentáculos, aunque con esta especie en concreto no siempre está indicado.
En cualquier caso, si los síntomas persisten, se extienden o aparecen signos de reacción alérgica (como dificultad para respirar, hinchazón o mareo), es fundamental acudir a un centro médico.
La Pelagia noctiluca, que habita el Mediterráneo, ya está en las costas españolas este verano.
Las costas españolas rozan ya el overbooking. Con la llegada del calor, se repiten las estampas clásicas del verano: playas a rebosar, sombrillas plantadas como banderas y miles de turistas entregados al sol. Pero entre tanta postal veraniega, ha irrumpido un visitante mucho menos bienvenido. No trae maletas ni crema solar, sino tentáculos urticantes y una fama que le precede: el clavel del mar, una de las medusas más temidas del Mediterráneo, ya se deja ver cerca de la orilla.
También conocida como medusa luminiscente, esta especie se ha avistado hasta en cinco ocasiones a lo largo de la costa malagueña del 12 al 17 de junio, desde la playa de Calahonda hasta Torre del Mar, según los registros de la aplicación Medusapp.
El poder de la bioluminiscencia
Esta medusa, cuyo nombre científico es Pelagia noctiluca, destaca por su capacidad de bioluminiscencia, que le permite emitir destellos de luz azulada cuando se siente amenazada o durante su desplazamiento.
Su cuerpo gelatinoso y semitransparente mide entre 3 y 12 centímetros de diámetro y está compuesto principalmente por agua, lo que le confiere una textura delicada y casi etérea. Posee tentáculos largos, que pueden alcanzar hasta varios metros, con los que captura a sus presas, principalmente pequeños peces y plancton, mediante células urticantes llamadas cnidocitos.
Aunque su belleza luminosa puede resultar fascinante para los bañistas, es importante recalcar que su picadura puede causar irritación en la piel, produciendo desde leves molestias hasta reacciones alérgicas en personas más sensibles. Además, «a causa de sus largos tentáculos pueden causar picaduras desde largas distancias, por lo que muchas veces se recibe la picadura sin ver al ejemplar causante», explican desde la Diputación Provincial de Málaga.
¿Por qué está siendo vista más a menudo?
Su presencia en la costa malagueña durante estos días de junio podría estar relacionada con corrientes marinas y condiciones específicas de temperatura y salinidad, que favorecen su desplazamiento hacia aguas costeras.
Aunque su aparición no es extraordinaria, la repetición de avistamientos en un periodo corto y en varias playas puede reflejar una serie de factores ambientales derivados del cambio climático.
¿Qué hacer si te pica esta medusa?
Ante una picadura de Pelagia noctiluca, lo primero es salir del agua con calma para evitar que el dolor o la reacción empeoren. Es importante no frotar la zona afectada, ya que esto puede activar más cnidocitos (las células urticantes).
Lo recomendable es enjuagar la zona con agua salada, nunca con agua dulce, ya que esta puede intensificar la liberación de toxinas. También es útil aplicar compresas frías (no hielo directamente sobre la piel) para aliviar el dolor. En algunos casos, se puede utilizar vinagre para neutralizar los restos de tentáculos, aunque con esta especie en concreto no siempre está indicado.
En cualquier caso, si los síntomas persisten, se extienden o aparecen signos de reacción alérgica (como dificultad para respirar, hinchazón o mareo), es fundamental acudir a un centro médico.
20MINUTOS.ES – Ciencia
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