Ni la tregua comercial ni la reunión del BCE. Lo que realmente importa a los inversores son los resultados de las tecnológicas y las expectativas de tipos de interés en EE UU. Tras meses en los que el furor en torno a la inteligencia artificial y las esperanzas de tasa más bajas en la mayor economía del mundo han impulsado las compras pese a las elevadas valoraciones, unas cuentas más débiles de lo previsto entre algunos de los representantes de los siete magníficos y la posibilidad de una pausa por parte de la Reserva Federal han frenado el avance de las Bolsas.
El Ibex se mantiene por encima de los 16.000 puntos pese a la caída del BBVA y el impacto del descuento de los dividendos del Santander e Inditex
Ni la tregua comercial ni la reunión del BCE. Lo que realmente importa a los inversores son los resultados de las tecnológicas y las expectativas de tipos en EE UU. Tras meses en los que el furor en torno a la inteligencia artificial y las esperanzas de tipos más bajos en la mayor economía del mundo han impulsado las compras pese a las elevadas valoraciones, unas cuentas más débiles de lo previsto entre algunos de los representantes de los siete magníficos y la posibilidad de una pausa por parte de la Reserva Federal han frenado el avance de las Bolsas.
En una sesión en la que la inacción del BCE pasó casi desapercibida, el Ibex 35 sucumbió a las pérdidas, lastrado por el ajuste técnico de los dividendos que abonarán el lunes Santander (-2,56%) e Inditex (-2,74%) . El selectivo español, que llegó a caer un 1,4% en la jornada, cierre con un descenso del 0,68% y se mantiene por encima de los 16.000 puntos.
Junto a la avalancha de referencias procedentes del exterior, los inversores tuvieron que asimilar las cuentas del BBVA, Repsol, Indra y Fluidra. Un día después de coronar los 100.000 millones de capitalización, la entidad vasca encaja una caída del 1,71%. Las fuertes revalorizaciones de los últimos meses y la exuberancia mostrada en los resultados del semestre habían dejado el listón muy alto. Esta vez un beneficio inferior al previsto y la ausencia de novedades sobre un posible programa de recompra de acciones para compensar a los accionistas tras el fracaso de la opa sobre el Sabadell no convencieron al mercado. “Unos resultados algo flojos”, resumieron los analistas de Jefferies.
La decisión del BCE tampoco sirvió para mover al resto de índices europeos. Después de las fuertes revalorizaciones que acumula la renta variable, los inversores necesitan algo más que cumplir con el guion. El Dax alemán finaliza en tablas, el Cac francés cede un 0,6% y el Euro Stoxx 50 se deja un 0,2%. “No había muchas dudas sobre la decisión en esta reunión. La inflación moderada, el crecimiento resistente pero poco espectacular y un mercado laboral relativamente fuerte y estable apuntan a que la postura neutral actual es la adecuada. Se está llegando a un consenso en torno a la expectativa de que los tipos se mantengan en el 2% durante un periodo prolongado”, señala Felix Feather, economista de Aberdeen Investments.
Por su parte, los analistas de ING afirman que la institución podría acometer uno o dos recortes adicionales si el impacto de los aranceles resulta mayor de lo previsto, el euro se aprecia, la situación política en Francia se complica aún más o el estímulo fiscal alemán se retrasa. Algunas firmas, como Scope Ratings, ya han advertido de este último riesgo. Julian Zimmermann, analista del sector soberano y público de la agencia, considera probable que el aumento del gasto en infraestructuras y defensa en Alemania sea más gradual de lo esperado, lo que supondría un riesgo adicional para unas perspectivas de crecimiento ya de por sí frágiles.
Mientras en Europa la reunión del BCE pasó de puntillas, en el mercado estadounidense el acuerdo comercial alcanzado por el presidente de EE UU, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, ha sido recibido con cautela. Al cierre de los mercados europeos el Dow Jones se anota un 0,4% mientras el Nasdaq cede un 0,9%. “Desafortunadamente, como en acuerdos previos entre estos socios comerciales, se trata solo de un pacto temporal: por el momento, solo tiene vigencia de un año”, afirma Dennis Shen, presidente del consejo macroeconómico de Scope. “Quedan por definir muchos detalles del acuerdo EE UU-China. Es muy probable que surjan nuevas tensiones comerciales”, añade el experto.
Una jornada después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, rebajara las expectativas en torno a un nuevo recorte en diciembre, hoy son las cuentas de las grandes tecnológicas las que más pesan Wall Street. Aunque Alphabet logra el aprobado entre los inversores (a media sesión sube un 3,8%), Meta y su ambicioso plan de inversiones en el negocio de la IA despiertan recelos entre los inversores. Al cierre de los mercados europeos la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp cede un 9,5%, inferior al 11% de la apertura. Meta pone rumbo a su peor sesión desde abril de 2024 y se deja por el camino más de 182.000 millones de capitalización.
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