La gestora de capital riesgo KKR, el fondo soberano de Singapur GIC y la canadiense Brookfield han presentado ofertas vinculantes por un 40% de la sociedad conjunta de fibra óptica mayorista (denominada genéricamente fiberco) que van a constituir MasOrange y Vodafone España. Todas las ofertas valoran el 100% de la sociedad conjunta en menos de 7.000 millones de euros, muy por debajo de los entre 9.000 y 10.000 millones de euros a los que aspiraban los dos socios cuando anunciaron el proyecto, informaron en fuentes cercanas al proceso.
La gestora de capital riesgo KKR, el fondo soberano de Singapur GIC y la canadiense Brookfield valoran la ‘joint venture’ en menos de 7.000 millones
La gestora de capital riesgo KKR, el fondo soberano de Singapur GIC y la canadiense Brookfield han presentado ofertas vinculantes por un 40% de la sociedad conjunta de fibra óptica mayorista (denominada genéricamente fiberco) que van a constituir MasOrange y Vodafone España. Todas las ofertas valoran el 100% de la sociedad conjunta en menos de 7.000 millones de euros, muy por debajo de los entre 9.000 y 10.000 millones de euros a los que aspiraban los dos socios cuando anunciaron el proyecto, informaron en fuentes cercanas al proceso.
En esa baja valoración han influido varios factores, según las mismas fuentes. Por un lado, el exceso de oferta de redes de fibra. Hay que recordar que Telefónica y Vodafone han constituido Fiberpass, otra fiberco para la que también buscan un inversor externo. Además, en el mercado hay redes alternativas de operadores mayoristas como Onivia, Adamo o Elantia. También juega en contra que, aunque se trate de la mayor fiberco de Europa -agrupa una red que da cobertura de fibra a 12,2 millones de viviendas y comercios, con 4,5 millones de clientes- no está abierta a terceros, es decir, solo puede dar servicio a clientes de MasOrange y Vodafone, lo que reduce los potenciales ingresos. De ahí, que para hacer atractiva la inversión se hable de garantizar un acuerdo para el alquiler de la red de hasta los próximos 30 años.
Y las perspectivas futuras de ambos operadores de captación de líneas no son del todo halagüeñas en un sector tan competitivo como el de las telecomunicaciones en el que los nuevos operadores, en particular Digi, están devorando el mercado arrebatando mes a mes miles de clientes tanto a MasOrange como a Vodafone. En un sector tan maduro, los inversores prefieren apostar por otros activos como los centros de datos que, gracias a la inteligencia artificial y la computación en la nube, auguran mayores retornos.
Sobre este asunto, el consejero delegado de MasOrange, Meinrad Spenger, se limitó a señalar este miércoles que prevé cerrar en el tercer trimestre de este año el acuerdo para la entrada del socio en la compañía de fibra, cuyo proyecto se denomina internamente Surf, a falta de bautizar la sociedad cuando se constituya. El directivo, que participó en la edición de 2025 del DigitalES Summit, no quiso entrar a valorar las ofertas recibidas, y destacó la importancia del acuerdo de financiación bancaria cerrado el pasado 21 de mayo por 11.000 millones de euros, de los que 4.750 millones irán destinados a la joint venture
“No tenemos prisa, y a lo largo del tercer trimestre lo vamos a poder firmar”, afirmó el directivo, que aseguró la sociedad conjunta mejorará la situación financiera y la capacidad de inversión de ambos socios. “Es un proyecto para crear la fiberco más grande de Europa, con 12 millones de hogares conectados. Vamos a tener al menos dos compañías fuertes participando de nuestras redes. Es más eficiente que dos operadores contribuyan al mantenimiento de las redes que uno solo”, ha destacado el consejero delegado del grupo.
La sociedad, aún por constituir, estará participada en un principio en un 50% por MasOrange y en otro 50% por Vodafone, y pretende que el inversor externo (equity partner) asuma una participación del 40% procedente de Vodafone.
Reducción de deuda
Los fondos juegan con sus ofertas a la baja con la baza de la necesidad apremiante que tienen ambos socios por una inyección de capital. Por un lado, MasOrange y Vodafone España firmaron el pasado 21 de mayo un acuerdo de financiación para la fiberco por 4.750 millones de euros con un sindicato de 20 bancos, pero ese acuerdo está supeditado a que previamente encuentren un inversor que entre en el capital.
Además, MasOrange precisa de esa inyección de efectivo para reducir la deuda hasta un múltiplo de 2,75 veces sobre Ebitda (resultado bruto de explotación) que ahora está en 4,7 veces. Esa es la condición para que se active la opción de que la francesa Orange recompre el 50% de MasOrange a los propietarios de MásMóvil (los fondos KKR, Cinven y Providence y algunos directivos) mediante el inicio de una salida a Bolsa (OPV) en falso, ya que su único objetivo es valorar la compañía fusionada hace ahora un año.
En la misma línea, Vodafone España persigue reducir la deuda de más de 3.700 millones de euros que atesora desde que Zegona compró la compañía al grupo británico Vodafone en mayo del año pasado por 5.000 millones de euros. Al fondo británico, que se ha hecho cargo de la gestión, le interesa aminorar el apalancamiento para hacer más atractiva la venta de la sociedad a posibles postores como Telefónica, dentro del proceso de consolidación que se avecina para el sector en Europa.
Spenger ha reivindicado el papel que está jugando MasOrange desde que en abril de 2024 arrancó la fusión que ha supuesto un impacto de casi 19.000 millones de euros en la economía. “Un impacto que no solo se refleja en los bolsillos de los accionistas sino también en los ciudadanos”, ha apuntado.
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