Pedro Martínez jugaba por primera vez contra un número uno del mundo y el partido empezó cruzado, por unas molestias en el hombro que le hacían sacar muy despacio y de las que fue tratado por el fisioterapeuta. El sueño de enfrentarse en la central de Wimbledon a Jannik Sinner podía haberse convertido en una pesadilla, pero el valenciano pudo al menos disfrutar un rato pasado ese susto inicial. Incluso se dio el gusto de levantar de sus asientos a los aficionados en un escenario como ese, el más importante del tenis, con un remate de espaldas que le dio una pelota de break, cuando ya iba 4-3 en el segundo set.
Fueron momentos en los que compitió bien y en los que se le vio sonreír. En ese juego, de casi diez minutos, dispuso de hasta cuatro pelotas de rotura, aunque no concretó ninguna, y durante todo el set plantó una buena batalla al italiano, entrando incluso al intercambio de puntos de habilidad, con dejadas, voleas, globos… Obligó a sacar su tenis más imaginativo al pelirrojo de San Cándido, que por momentos parece una máquina por su forma de jugar a ritmo sin compasión. Pero también tiene mucha mano y como el marcador le favorecía, cambió el hierro por la seda.
No pudo ganar un set Pedro, ni evitar ser una víctima más de un tenista arrollador: 6-1, 6-3 y 6-1. Desde que volvió en mayo de la sanción de tres meses por dopaje, el número uno ha disputado 18 encuentros, y en la mitad ha conseguido, al menos, un 6-0 o un 6-1. No lo hizo en los tres primeros encuentros tras el regreso, algo lógico por falta de ritmo; en sus dos primeros partidos en hierba, en Halle, también lógico porque todavía estaba tocado por la final de Roland Garros; en su estreno en París ante Rinderknech; en los dos duelos con Alcaraz, que perdió; y en el que ganó a Djokovic.
El siguiente en intentarlo, en los octavos de final, será el ganador del Dimitrov – Ofner.
Quien sigue superándose es Jessica Bouzas, que derrotó a la ucraniana Yastremska (6-1, 2-6 y 6-3) y se mete por primera vez en los octavos de final de un Grand Slam. Su rival será la rusa Samsonova.
Con este resultado, la gallega se asegura entrar en el “top 50” o cerca cuando termine Wimbledon.
El italiano vence por 6-1, 6-3 y 6-1 y se mete en octavos de final. Desde que volvió de la sanción, en 9 de sus 18 partidos ha logrado al menos un 6-1 o un 6-0. Jessica Bouzas también se mete en octavos
Pedro Martínez jugaba por primera vez contra un número uno del mundo y el partido empezó cruzado, por unas molestias en el hombro que le hacían sacar muy despacio y de los que fue tratado por el fisioterapeuta. El sueño de enfrentarse en la central de Wimbledon a Jannik Sinner podía haberse convertido en una pesadilla, pero el valenciano pudo al menos disfrutar un rato pasado ese susto inicial. Incluso se dio el gusto de levantar de sus asientos a los aficionados en un escenario como ese, el más importante del tenis, con un remate de espaldas que le dio una pelota de break, cuando ya iba 4-3 en el segundo set.
Fueron momentos en los que compitió bien y en los que se le vio sonreír. En ese juego, de casi diez minutos, dispuso de hasta cuatro pelotas de rotura, aunque no concretó ninguna, y durante todo el set plantó una buena batalla al italiano, entrando incluso al intercambio de puntos de habilidad, con dejadas, juego en la red… Obligó a sacar su tenis más imaginativo al pelirrojo de San Cándido, que por momentos parece una máquina por su forma de jugar a ritmo sin compasión. Pero también tiene mucha mano y como el marcador además le favorecía, probó muchas cosas.
No pudo ganar un set Pedro, ni evitar ser una víctima más de un tenista arrollador: 6-1, 6-3 y 6-1. Desde que volvió en marzo de la sanción de tres meses por dopaje, el número uno ha disputado 18 encuentros, y en la mitad ha conseguido, al menos, un 6-0 o un 6-1. No lo hizo en los tres primeros encuentros desde el regreso, algo lógico por falta de ritmo; en sus dos primeros partidos en hierba, en Halle, también lógico porque todavía estaba tocado por la final de Roland Garros; en su estreno en París ante Rinderknech; y después en los dos duelos con Alcaraz, que perdió; y en el que ganó a Djokovic.
El siguiente en intentarlo, en los octavos de final, será el ganador del Dimitrov – Ofner.
Quien sigue superándose es Jessica Bouzas, que derrotó a la ucraniana Yastremska (6-1, 2-6 y 6-3) y se mete por primera vez en los octavos de final de un Grand Slam. Su rival será la rusa Samsonova.
Con este resultado, la gallega se asegura entrar en el “top 50” o cerca cuando termine Wimbledon.
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