La guerra en Ucrania volvió a sacudir este miércoles la conciencia internacional tras un ataque ruso con drones en la ciudad de Járkov que impactó directamente en una guardería y obligó a evacuar a cincuenta niños. El bombardeo, que dejó al menos un muerto y varios heridos, ha sido descrito por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como «un escupitajo en la cara de todos los que buscan la paz».
El ataque tuvo lugar en el barrio de Jolodnohirski, una zona densamente poblada de Járkov, a las 11 de la mañana hora local de este miércoles. Según la Fiscalía regional, las fuerzas rusas emplearon drones kamikaze Geran-2, de fabricación iraní, que impactaron contra una «zona administrativa y residencial» en la que funcionaba una guardería privada.
A Russian drone strike hit a kindergarten in Kharkiv – after a massive attack overnight. Unfortunately, one person has been killed – my condolences to the bereaved family. As of now, seven people have been injured and are receiving medical care. All the children have been… pic.twitter.com/J6PGx0u7ZZ
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) October 22, 2025
«Los daños son considerables», confirmó el gobernador de la provincia, Oleg Sinegubov, mientras equipos de rescate retiraban escombros y trasladaban a los niños a refugios subterráneos. En imágenes difundidas por el ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, se ve a los pequeños cubiertos de polvo, abrazados a los rescatistas. «Pequeñas palmas se aferran a los hombros de quienes los protegen», escribió el ministro en redes sociales, calificando la ofensiva de muestra de que «Rusia no tiene principios ni reglas«.
El alcalde de Járkov, Igor Terejov, relató que uno de los drones impactó directamente en el edificio y provocó el colapso del segundo piso. «Afortunadamente, los maestros lograron bajar a tiempo a los pequeños a un refugio», explicó. No obstante, Terejov pidió «una reflexión seria» sobre la seguridad infantil en zonas de guerra: «Es necesario construir guarderías subterráneas certificadas. No podemos depender de la suerte para proteger a nuestros niños».
Críticas globales y un mensaje directo a Moscú
La ofensiva rusa coincidió con la cancelación de una reunión prevista entre Donald Trump y Vladímir Putin en Budapest, tras lo que Moscú intensificó su ofensiva aérea sobre varias ciudades ucranianas, incluida Kiev. En total, seis personas murieron en el conjunto de los ataques nocturnos, entre ellas dos niñas y su madre, víctimas de un misil que impactó en su vivienda.
Es probable que en una cumbre de la Unión Europea en Bruselas este jueves se discutan más sanciones económicas internacionales contra Rusia, mientras que para el viernes hay programada una reunión de la Coalición de los Dispuestos -un grupo de 35 países que apoyan a Ucrania- en Londres.
En paralelo, Putin supervisó maniobras nucleares estratégicas en Moscú, incluyendo lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales. El Kremlin aseguró que los ejercicios «forman parte de las prácticas rutinarias», aunque diplomáticos occidentales los interpretaron como una muestra de fuerza y desafío tras la suspensión del diálogo con Washington.
De visita oficial en Noruega, Zelenski no ocultó su indignación. «Es evidente que Rusia se está volviendo más descarada. Estos ataques son un escupitajo en la cara de todos los que insisten en una solución pacífica. A los matones y terroristas sólo se les puede poner en su lugar por la fuerza«, afirmó el mandatario ucraniano, quien volvió a pedir más sanciones y armas de largo alcance a sus socios europeos y al G7.
El presidente Zelenski califica el ataque de un «escupitajo en la cara» a los esfuerzos para buscar la paz
La guerra en Ucrania volvió a sacudir este miércoles la conciencia internacional tras un ataque ruso con drones en la ciudad de Járkov que impactó directamente en una guardería y obligó a evacuar a cincuenta niños. El bombardeo, que dejó al menos un muerto y varios heridos, ha sido descrito por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como «un escupitajo en la cara de todos los que buscan la paz».
El ataque tuvo lugar en el barrio de Jolodnohirski, una zona densamente poblada de Járkov, a las 11 de la mañana hora local de este miércoles. Según la Fiscalía regional, las fuerzas rusas emplearon drones kamikaze Geran-2, de fabricación iraní, que impactaron contra una «zona administrativa y residencial» en la que funcionaba una guardería privada.
A Russian drone strike hit a kindergarten in Kharkiv – after a massive attack overnight. Unfortunately, one person has been killed – my condolences to the bereaved family. As of now, seven people have been injured and are receiving medical care. All the children have been… pic.twitter.com/J6PGx0u7ZZ
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) October 22, 2025
«Los daños son considerables», confirmó el gobernador de la provincia, Oleg Sinegubov, mientras equipos de rescate retiraban escombros y trasladaban a los niños a refugios subterráneos. En imágenes difundidas por el ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, se ve a los pequeños cubiertos de polvo, abrazados a los rescatistas. «Pequeñas palmas se aferran a los hombros de quienes los protegen», escribió el ministro en redes sociales, calificando la ofensiva de muestra de que «Rusia no tiene principios ni reglas«.
El alcalde de Járkov, Igor Terejov, relató que uno de los drones impactó directamente en el edificio y provocó el colapso del segundo piso. «Afortunadamente, los maestros lograron bajar a tiempo a los pequeños a un refugio», explicó. No obstante, Terejov pidió «una reflexión seria» sobre la seguridad infantil en zonas de guerra: «Es necesario construir guarderías subterráneas certificadas. No podemos depender de la suerte para proteger a nuestros niños».
Críticas globales y un mensaje directo a Moscú
La ofensiva rusa coincidió con la cancelación de una reunión prevista entre Donald Trump y Vladímir Putin en Budapest, tras lo que Moscú intensificó su ofensiva aérea sobre varias ciudades ucranianas, incluida Kiev. En total, seis personas murieron en el conjunto de los ataques nocturnos, entre ellas dos niñas y su madre, víctimas de un misil que impactó en su vivienda.
Es probable que en una cumbre de la Unión Europea en Bruselas este jueves se discutan más sanciones económicas internacionales contra Rusia, mientras que para el viernes hay programada una reunión de la Coalición de los Dispuestos -un grupo de 35 países que apoyan a Ucrania- en Londres.
En paralelo, Putin supervisó maniobras nucleares estratégicas en Moscú, incluyendo lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales. El Kremlin aseguró que los ejercicios «forman parte de las prácticas rutinarias», aunque diplomáticos occidentales los interpretaron como una muestra de fuerza y desafío tras la suspensión del diálogo con Washington.
De visita oficial en Noruega, Zelenski no ocultó su indignación. «Es evidente que Rusia se está volviendo más descarada. Estos ataques son un escupitajo en la cara de todos los que insisten en una solución pacífica. A los matones y terroristas sólo se les puede poner en su lugar por la fuerza«, afirmó el mandatario ucraniano, quien volvió a pedir más sanciones y armas de largo alcance a sus socios europeos y al G7.
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