No era un partido más. Lo dijo Xabi antes del Clásico y lo confirmó después, ya con los tres puntos en el bolsillo y la tarea completada de ganar a un rival de peso. Su Real Madrid había ganado 11 de los 12 partidos jugados esta temporada, pero había una sensación de que después del 5-2 en el Metropolitano, necesitaban vencer y convencer en el Clásico para darle credibilidad total al proyecto. «Estábamos motivados por lo que podía suponer un buen partido, una victoria, merecerla, y estoy muy contento con los chicos, porque necesitaban la sensación de poder ganar un partido grande, como un Clásico, y la motivación era completa», explicaba el entrenador del Real Madrid. «Nos permite recuperar la sensación de equipo competitivo en partido grande», añadía sobre esa espina que querían sacarse de encima. Y no porque todo lo demás hecho hasta ahora no valga, sino para borrar del mapa ese argumento.
Es verdad que en el último curso de Ancelotti pareció que el Madrid no estuvo bien ante los pesos pesados, más allá de la repesca ante el City, y la goleada del PSG en las semifinales del Mundial de Clubes tampoco ayudó. Luego vinieron las vacaciones y el reseteo, pero en la visita al Metropolitano otra vez se tropezó en esa misma piedra. Antes y después, el Madrid era fiable atrás y contundente arriba, pero ese día estaba ahí, acechando hasta que llegara el Clásico. Era cuando había que darle la vuelta a esa sensación y los jugadores del Real Madrid lo hicieron. «Tiene una importancia extra, más que tres puntos. Estamos en octubre, es muy pronto, hay que remar mucho, pero sí queríamos tener buenas sensaciones y así ha sido. Para el futuro necesitamos mucho de lo que hemos hecho hoy», comentaba Xabi, feliz también por la afición. «Para la gente era importante ver que su equipo podía ganar un partido grande. Han disfrutado de todo, incluso de los momentos complicados. Y eso era clave para este proyecto que está empezando. He sentido la conexión con la afición», remataba el técnico vasco, que no considera que necesitara quitarse un peso de encima. «Solo el peso de la responsabilidad de este partido, por lo que supone anímicamente. Nos va a venir bien para tener buena sensación, pero queda muchísimo. Disfrutarlo un poco y a seguir.
Xabi y el Real Madrid se sacan la espina de las derrotas ante el PSG y frente al Atlético
No era un partido más. Lo dijo Xabi antes del Clásico y lo confirmó después, ya con los tres puntos en el bolsillo y la tarea completada de ganar a un rival de peso. Su Real Madrid había ganado 11 de los 12 partidos jugados esta temporada, pero había una sensación de que después del 5-2 en el Metropolitano, necesitaban vencer y convencer en el Clásico para darle credibilidad total al proyecto. «Estábamos motivados por lo que podía suponer un buen partido, una victoria, merecerla, y estoy muy contento con los chicos, porque necesitaban la sensación de poder ganar un partido grande, como un Clásico, y la motivación era completa», explicaba el entrenador del Real Madrid. «Nos permite recuperar la sensación de equipo competitivo en partido grande», añadía sobre esa espina que querían sacarse de encima. Y no porque todo lo demás hecho hasta ahora no valga, sino para borrar del mapa ese argumento.
Es verdad que en el último curso de Ancelotti pareció que el Madrid no estuvo bien ante los pesos pesados, más allá de la repesca ante el City, y la goleada del PSG en las semifinales del Mundial de Clubes tampoco ayudó. Luego vinieron las vacaciones y el reseteo, pero en la visita al Metropolitano otra vez se tropezó en esa misma piedra. Antes y después, el Madrid era fiable atrás y contundente arriba, pero ese día estaba ahí, acechando hasta que llegara el Clásico. Era cuando había que darle la vuelta a esa sensación y los jugadores del Real Madrid lo hicieron. «Tiene una importancia extra, más que tres puntos. Estamos en octubre, es muy pronto, hay que remar mucho, pero sí queríamos tener buenas sensaciones y así ha sido. Para el futuro necesitamos mucho de lo que hemos hecho hoy», comentaba Xabi, feliz también por la afición. «Para la gente era importante ver que su equipo podía ganar un partido grande. Han disfrutado de todo, incluso de los momentos complicados. Y eso era clave para este proyecto que está empezando. He sentido la conexión con la afición», remataba el técnico vasco, que no considera que necesitara quitarse un peso de encima. «Solo el peso de la responsabilidad de este partido, por lo que supone anímicamente. Nos va a venir bien para tener buena sensación, pero queda muchísimo. Disfrutarlo un poco y a seguir.
Noticias de Deportes en La Razón
Más noticias
Ángel Torres avanza un fichaje del Getafe en el mercado invernal
La lista de amonestados por la tangana final en el Clásico: hay hasta una roja
El dinero que tendrá que pagar el Betis a Osasuna por el siguiente partido que juegue Chimy Ávila